El estudio explica el caso de familias separadas, en las que el padre tiene una participación frecuente en la crianza del hijo; sin embargo, no vive con la madre ni el bebé. Así que el postulado dice que los bebés que más se parecen a sus padres, tendrán una mejor salud.
De manera simultánea se explica que: un día de visita más al mes, aumenta en un 10% la salud del bebé. Debido a que existen más cuidados, mayor atención sentimental, económica y de salud. Así, estos bebés tienen menos riesgos de ser hospitalizados, de tener crisis de asma o de acudir a urgencias.
La explicación radica en el ego o inseguridad del padre, el cual al ver que su hijo se le parece, se siente más comprometido y asume las responsabilidades que todos los padres deberían asumir sin importar el físico.
La similitud física hace que los padres se sientan seguros de su paternidad, por consiguiente, pueden pasar 2,5 días más al mes con sus bebés.
Ya sé, a nosotras también nos parece raro y poco justo porque no somos incubadoras, y todos los bebés tendrán algo de parecido con sus madres, pero te aseguramos que el estudio dice eso.
Se realizó en 450 familias, de las cuales, ambos padres aseguraron que el bebé se parecía al papá. El periodo de observación duró todo un año y en éste se constató que: Los niños que recibían más visitas de sus padres tenían mejor índices de salud, a diferencia de aquellos que vivían sólo con la madre.
Dr Solomon Polachek, quien hace parte de la investigación, aseguró que los padres juegan un rol importante en la educación de los hijos, que se manifiesta a través de la buena salud del niño.
Para nosotras sigue siendo un poco dudoso, además de incierto sobre el tiempo total que pasa el padre con su hijo. Si el ego del hombre es tan grande, quizá deberían hacer hijos solos. Y bien, ¿qué sucede con los bebés adoptados?
Nos quedan muchas dudas, ¿y a ti?