Lisboa es un destino que, además de tener un clima agradable durante todo el año, ofrece una gran variedad de actividades para hacer en familia, acompañado por los más pequeños de la casa, ya sea al aire libre o en recintos cerrados. Recorrer la ciudad a bordo de sus tranvías ya es en sí una opción muy divertida, mientras se disfruta del paisaje que ofrece la capital portuguesa.
Los viajes pueden ser uno de los principales vehículos para educar a los niños a favor de la diversidad. El hecho de conocer diferentes lugares, idiomas, culturas, comidas y personas les ayuda a entender que el mundo es muy grande y diferente.
Si el tiempo lo permite, lo ideal es pasar el día paseando por los jardines y parques más famosos de la ciudad. El Parque Forestal de Monsanto y el Jardín Zoológico de Lisboa son una alternativa perfecta al ajetreo del día a día de los mayores, y unas escuelas de Naturaleza para los niños. Descubrir la vida animal y vegetal que ofrecen los paisajes, perseguir a las recientes ardillas insertadas en el Parque Forestal de Monsanto y disfrutar de un espectáculo en la Bahía de los delfines en el Jardín Zoológico.
El Parque de las Naciones también es una opción perfecta para un día caluroso y despejado. Su teleférico ofrece una preciosa vista panorámica de Lisboa y dispone de varios parques infantiles, en los que los niños pueden divertirse con sus columpios y toboganes. Situado en el Pabellón Atlántico, se encuentra el Oceanário, de visita obligatoria, donde un enorme acuario acoge cientos de especies como tiburones, rayas, mantas y peces tropicales.
El Pabellón del Conocimiento y de Ciencia Viva, un museo interactivo de ciencia y tecnología, también es una apuesta perfecta para ir con niños. Cuenta con una exposición permanente dividida en cuatro núcleos: el “Exploratorium”, en el que se llevan a cabo experimentos científicos; “¡Mira, Haz, Aprende!”, en el que los visitantes participan con los distintos módulos; “Casa Inacabada”, especial para niños, ya que pueden construir casas de su tamaño; y “Matemática Viva”. Junto a este centro, además, están los Jardines del Agua, que cuentan con algunos inventos muy interactivos.
Una propuesta incuestionable para los más pequeños de la familia es el Monumento Natural de las Huellas de los Dinosaurios, en el Parque Natural de Serra de Aire. En él se pueden observar las huellas de los gigantes que pasaron por el Planeta hace millones de años, así como los restos fósiles que quedaron de ellos.
Si el día está nublado y lluvioso, el Palacio da Pena de Sintra, en el que las niñas se sentirán unas princesas y los niños auténticos caballeros de armadura; el Castillo de San Jorge, que ofrece las mejores vistas de la ciudad; o el planetario Calouste Gulbenkian, donde se puede aprender todo sobre las más remotas estrellas del cielo.
¿Te animas a visitar Lisboa con tu familia?
Imágenes (por orden de aparición): José Carlos Cortizo Pérez/Flickr y Gabineta de prensa de Turismo de Lisboa.