Mi pequeño homenaje a este día del libro tan peculiar viene, como no podía ser de otra manera, en forma de post literario. Concretamente, hoy quiero dedicar este espacio a mis imprescindibles, a mis favoritos... en definitiva: a aquellos libros que releería una y otra vez. Y es que, muy a mi pesar, con los libros, las películas y las series tengo memoria de pez. Es increíble la facilidad con la que se me olvida de qué trata una novela, incluso aunque me guste, así que cuando un libro me fascina demasiado suelo masticarlo bastante a menudo. Me encanta tener una pequeña colección de lecturas a las que volver al alcance de la mano para poder leer capítulos o fragmentos al azar cuando me lo pida el cuerpo.
Empiezo por dos libros muy cortitos, de esos que se pueden leer del tirón en una tarde: Las manos pequeñas y 84, Charing Cross Road. El primero es bastante inquietante y siniestro, aborda el tema de la crueldad y la violencia infantil a través de la historia de Marina, una niña de siete años que, tras perder a sus padres en un accidente de coche, ingresa en un orfanato. Ni sé la de veces que he releído este librito. Barba tiene una maestría maravillosa con las palabras... y aunque reconozco que es un libro que puede no gustar a todo el mundo, recomendaría a cualquiera que le diese una oportunidad. Por su parte, 84 Charing Cross Road es una novela epistolar que gira en torno a las cartas que la autora, Helene Hanff, intercambia con una librería en Londres. Si te apasiona la literatura, disfrutarás mucho de este "libro sobre libros".
Si hablamos de novelas un poco más densas –pero igualmente cautivadoras–, adoro perderme entre las páginas de Nubosidad variable y de La insoportable levedad del ser. De la primera no voy a decir gran cosa porque ya la he mencionado en varias ocasiones (aquí y aquí). Es uno de mis libros favoritísimos del mundo mundial, una auténtica joyita en la que merece la pena adentrarse sin saber muy bien qué vas a encontrar. Es una lectura sorprendente en todos los sentidos. A Milan Kundera lo descubrí hace pocos meses... y de las tres novelas suyas que he leído sin duda me quedo con La insoportable levedad del ser, un libro que aborda el tema del amor y de las relaciones humanas desde una perspectiva filosófica y podría decirse que hasta poética.
Tokio Blues es también un pelín denso, bastante parecido a El guardián entre el centeno, ya que ambos se mueven en el mundo de la adolescencia y son novelas en las que "no pasa nada pero pasa de todo". En estos libros la historia es algo secundario: lo importante no es lo que se cuenta sino cómo se cuenta. Curiosamente, los dos los disfrute mucho más a la segunda lectura que a la primera y se han convertido para mí en imprescindibles.
Por último –pero no menos importante–, si buscas un libro adictivo que alterne presente y pasado para desengranar secretos y misterios familiares, ¡lee a Kate Morton! Todos sus libros son fascinantes, pero personalmente mi favorito es El jardín olvidado. Está maravillosamente escrito y tan bien hilado que sorprende hasta la última página.
Ahora es tu turno, ¡dime cuáles son tus libros favoritos! Espero que termines muy bien la semana y que no te falte el ánimo, el buen humor y las buenas lecturas en estos tiempos de confinamiento. Si te has quedado con ganas de más recomendaciones puedes seguirme en Instagram. Allí estoy más activa que por aquí y suelo subir habitualmente contenido sobre lo que estoy leyendo, tanto en stories como en publicaciones. Además, en el hashtag #lecturasmelituca están agupaditas todas las publicaciones libriles, ¡no hay excusa para no coger un libro y evadirte un ratito del mundo!
¡Un abrazote!