Los que nos consideramos lectores (aunque me retiraría a mí misma ese título en ocasiones) acabamos casi todos los libros que empezamos pero siempre hay algunos que se nos resisten y no queda otra que dejarlos abandonados en la estantería en espera de que alguna otra alma lectora quiera acogerlos en su seno.
Personalmente odio dejarme los libros por la mitad y, aunque no me gusten, intento terminarlos. Algunas de estas obras que no sé si acabé o no se muestran a continuación:
1. Memorias de Idhún: Tríada, de Laura Gallego García. La segunda parte de la famosa trilogía de esta autora se me ha resistido varias veces. El primer libro (Memorias de Idhún: La resistencia) me gustó muchísimo y lo recuerdo con cariño pero este segundo fue imposible. He intentado retomarlo dos veces y nada que no hay manera. Así que el tercero ya nada de nada...
2. Historia de un idiota contada por él mismo de Félix de Azúa. Lo terminé pero como si no lo hubiera empezado nunca. Ni me gustó ni me acuerdo y, a pesar de ser un libro cortísimo (100 páginas aproximadamente), tardé años (figuradamente) en acabarlo.
3. Eldest de Christopher Paolini. No sé si lo acabé, si lo dejé a medias, si lo retomé...Recuerdo algunas escenas tras su lectura pero el recuerdo más vivo es lo que me costó leerlo, así que dejé el tercero esperando también en la estantería. (Eragon, Eldest y Brisingr son los libros de la famosa trilogía fantástica de Christopher Paolini).
4. Los libros de Pellinor: El enigma, de Alison Croggon. Allá por el 2011, leí la primera parte de esta trilogía, El Don (podéis verlo aquí) y me puso con la segunda, pero ahí se quedó, otro libro más a medio camino. Con lo que me gusta la fantasía y que se me resistan tantos...
Como veis no son muchos pero conozco a gente que se deja muchísimos más. Así que, si me los aceptais, os voy a dar unos pequeños consejos para que vuestra lista de libros inacabados aminore. Ahí van.
1. Cada libro tiene su momento. Si no te apetece leer un libro, no lo leas, tal vez no es su momento. En otra ocasión, puede que te apetezca leerlo.
2. No te obligues a leer ni obligues a nadie a hacerlo. No hay nada peor que leer sin ganas, no te enterarás de nada. Y si obligas a otros, puedes conseguir que detesten las lecturas. Aconseja libros, no los metas a presión.
3. Deja un libro a la mitad si es necesario. Aunque el libro se verá resentido (si, tienen sentimientos), no pasa nada. Coge otro que te guste más o ve a dar una vuelta. Posiblemente no sea tu mejor libro ni tu mejor momento para leer.
Finalmente, os animo a que saquéis todas esos libros inacabados que lleváis bien adentro y nos contéis a todos por qué no pudisteis acabarlos. Y si podéis dar algún consejo más, siempre será bien recibido.
Fuente: este post proviene de La Musa y el Espíritu, donde puedes consultar el contenido original.
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