Como te contábamos en la noticia de ayer del blog de Gretur Viajes, durante las próximas vacaciones navideñas algunos viajeros españoles han decidido cambiar la bufanda por el bañador, el turrón por el helado y el cava por cerveza bien fresquita; hablamos de los turistas que han decidido pasar sus próximas vacaciones en una de las mil y una playas que salpican nuestro planeta azul. Hoy hacemos un guiño a esos viajeros navideños buscando las cinco playas más raras del mundo para darnos un chapuzón virtual, ¿te apetece?
Glass Beach. Fort Bragg. California.
¿Te imaginas una playa en la que en lugar de arena hubiera miles y miles de millones de piedrecitas de vidrio pulido? No hace falta imaginarlo porque… existe. Se trata de la Playa del Cristal, un litoral situado en el corazón del Parque MacKerricher, en el supuestamente idílico Estado Norteamericano de California. El origen de esta playa es bochornoso: al parecer, durante gran parte del siglo XX los poco limpios habitantes de ese rincón del mundo, decidieron convertir los acantilados cercanos en un enorme cubo de basura. Durante años y años miles de electrodomésticos, botellas, vasos y demás desechos humanos fueron a parar a la orilla del mar. En 1967 las autoridades por fin decidieron hacer algo al respecto y retiraron los frigoríficos, lavavajillas, coches y demás lindezas del inmenso basurero, pero dejaron las piezas de vidrio y cerámica más pequeñas. La acción del tiempo y del mar redondeó y alisó esas muestras de la “civilización” hasta convertirlas en una preciosa arena de cristal.
Playas Vaadhoo. Islas Maldivas.
Uno de los encantos preferidos de ese destino turístico maravilloso llamado Maldivas es el impresionante espectáculo que ofrecen las playas de la Isla Vaadhoo, en el atolón de Raa. Al anochecer, las arenas de esa playa se convierten en un increíble firmamento salpicado de miles y miles de estrellas. Este efecto audiovisual que los lugareños han bautizado “mar de estrellas” es posible gracias a un diminuto ser que vive en las aguas cristalinas de esa zona del mundo: el plancton.
Pink Beach. Mancomunidad de las Bahamas.
Pink Beach, Playa Rosa o Playa de la Pantera Rosa son algunos de los nombres con los que se conoce esta maravilla natural que disfrutan los turistas que visitan las Bahamas. La arena dorada se convierte en ese color de cuento de hadas gracias a los miles de caparazones y restos de pequeños moluscos e insectos que, al morir, se mezclan con otros restos de la rica vida marina, como conchas, algas… Hay bastantes ejemplos de playas rosas en el mundo: la playa de la Isla Budelli, en Italia, la de Elafonisi en Creta, la de la Isla indonesia de Komodo… y, por supuesto, nuestra preferida, la Playa Rosa de las Bahamas.
Kourou Beach. Guayana francesa.
Del dorado, al rosa y, de ahí, al verde porque ese es el color de esta playa mágica ubicada en el corazón de la selva del Amazonas. Como sucedía en la playa “rara” anterior, el color verde esmeralda que tiñe las arenas de la Playa de Kourou no es fruto de un encantamiento mágico, sino de la presencia de una gema exclusiva de las tierras volcánicas: la preciosa olivina y, también, de esa hierba incontenible de una de las últimas selvas vírgenes de nuestro maltratado mundo.
Playa de Jokulsarlon. Islandia.
Si has visitado las Islas Canarias no te sorprenderá pisar esa gruesa arena negra producto de la acción volcánica, pero ¿te imaginas tomar el sol acompañado de un gigantesco cubito de hielo? Ese es tu dulce destino si decides visitar la Playa de Jokulsarlon durante las próximas vacaciones navideñas. Jokulsarlon es el lago glaciar más profundo de toda Islandia y el contraste del blanco del hielo sobre la arena negra volcánica es una de las sensaciones más extrañas que tendrás el privilegio de experimentar en tu vida.
Estrelladas, rosas, verdes, de cristal, con hielo… 5 playas raras para todos los gustos, ¿en cuál te perderías? ¡Deja tu comentario en el blog de Gretur Viajes!
Redactado por Marta Barrero, MARAVEGA Comunicación.
«IceBlockNearJoekullsarlon» por Andreas Tille - Trabajo propio. Disponible bajo la licencia CC BY-SA 4.0 vía Wikimedia Commons.