¿Te imaginas una ciudad enmarcada en uno de los parajes naturales más bellos de Sudáfrica?
Esa ciudad es Santa Lucía.
Es uno de esos lugares en los que te quedarías más días para aprovechar todas sus actividades y explorar sus alrededores.
Ya nos habían dicho que era un lugar mágico, pero hasta que no llegamos no me lo creí.
Santa Lucia es un pequeño pueblo, o más bien, “una calle” con tiendecitas y bares, con un aire muy hawaiano.
Pero no se queda ahí. Detrás de esa calle se encuentra el estuario, que rodea Santa Lucia, lleno de aves, cocodrilos e hipopótamos.
En el lago que lleva el mismo nombre, viven más de 800 hipopótamos y 1.000 cocodrilos del Nilo. La primera vez que vi hipopótamos en libertad fue en mi viaje a Kenia y me parecieron animales increíbles.
Así que uno de los objetivos de la visita a Santa Lucia es ver alguno. ¡Y te resultará muy fácil!
Sigue leyendo el post completo, porque te detallo qué hacer, qué no debes perderte, dónde comer y dónde dormir para que tu viaje a Santa Lucía sea inolvidable.
Qué hacer en Santa Lucia
Hay 3 actividades que no puedes perderte si visitas Santa Lucia:
Excursión en barco por el estuario para ver a los hipos de cerca
La excursión dura 2 horas y puedes hacerla a las 10, 12 o 15 horas.
Hay dos compañías que operan: Advantage y Heritage Tours. Nosotros hicimos la excursión con la primera, pero las dos son igual de buenas. Puedes comprar los tickets por Internet aquí o una vez llegues a Santa Lucia, pero corres el riesgo de quedarte sin plazas.
Durante el recorrido verás animales únicos como el Martín pescador gigante, el águila pescadora, lagartos y cocodrilos del Nilo.
Pero sin duda el gran protagonista es el hipopótamo.
Cuando tienes uno al lado, te mira y de repente abre la boca, no hay palabras.
Su cabeza es enorme y su boca más todavía. En realidad es sólo un bostezo, pero es impresionante.
Viven en grupos, así que verás cantidad de hipos juntos. Algunos se sumergen en seguida pero a otros no les importa lo más mínimo tu presencia, incluso se acercan con curiosidad.
Paseo por el estuario al atardecer sobre la pasarela que lleva hasta la playa y buscar cocodrilos
Al final de la carretera de Santa Lucia, justo dónde se encuentra el camping, empieza una pasarela de madera que termina en una playa salvaje larguísima.
Lo mejor es aparcar el coche al principio.
Durante el paseo, fíjate bien en el agua y la orilla, porque es donde encontrarás a los cocodrilos del Nilo, nadando o descansando. No es peligroso, pero es mejor ir con precaución para que la experiencia sea más segura. ¡Más vale prevenir!
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Al final del paseo, llegarás a la playa. Está tan cerca del estuario que verás huellas de hipopótamo en la arena. Si puedes ir cuando se esté escondiendo el sol, mejor, ya que el atardecer es muy bonito con los colores anaranjados y rosados sobre el estuario.
La playa es una pasada, salvaje y abierta, eso sí, peligrosa, así que ¡no se te ocurra meterte!
Recorrer el parque del humedal de Isimangaliso hasta llegar a Cape Vidal
Isimangaliso es un paraje natural único en Sudáfrica que engloba 5 ecosistemas diferentes, por lo que no es de extrañar que sea Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Con más de 330.000 hectáreas, necesitarías mucho tiempo para explorarlo al completo. Pero si visitas Santa Lucia, puedes al menos recorrer una parte hasta la famosa playa de Cape Vidal.
El recorrido debes hacerlo en coche (o contratar una excursión) y tendrás que mostrar el carnet de conducir internacional a la entrada del parque. El precio de la entrada es de 150 rands (que incluye dos personas, el coche más impuestos y un mapa del parque).
En esta zona, hay varios miradores y senderos que puedes hacer, pero realmente no todos merecen la pena.
Para mí, las paradas imprescindibles son las siguientes:
Mission Rocks, con una playa de rocas espectacular, y un oleaje intenso que aprovechan los pescadores.
UMziki lookout trail, un pequeño sendero de 350 metros que lleva hasta un mirador donde tendrás unas vistas preciosas del lago Santa Lucia.
Catalina Bay, un mirador con vistas espectaculares al lago Santa Lucia. Si afinas la mirada, podrás divisar búfalos e hipopótamos desde lo lejos. Si llevas prismáticos, es el momento perfecto para usarlos.
Mfabeni, otro mirador, pero éste lo encontrarás en la misma carretera principal del parque. A lo lejos, podrás divisar las espectaculares dunas de arena.
Playa de Cape Vidal. Este es la última parada en el recorrido y para mí, la mejor.
No me esperaba una playa tan larga y salvaje, flanqueada por dunas altísimas. Si miras a lo lejos, la fuerza de las olas deja una niebla de espuma increíble.
Merece mucho la pena pasear por la playa, eso sí, bien abrigado porque hace mucho viento. Y si llevas comida y decides comerla en la playa, ¡cuidado con los monos! Se las saben todas.
Dónde dormir en Santa Lucia
Nos alojamos en Zulani Guest House, un pequeño Bed & Breakfast perfecto para nuestra estancia. La habitación era la Hippo room, que más que una habitación era la casita que hay al lado. ¡Con todo lo que necesitábamos y mucho más!
Los dueños, Gary y June, un matrimonio mayor encantador, nos hicieron sentir como en casa y nos dieron ganas de quedarnos más tiempo.
Reservamos el alojamiento con Booking y nos costó 68 euros con desayuno, wifi y parking.
Booking.com
Dónde comer en Santa Lucia
Nos recomendaron varios sitios para cenar, como el restaurante Ocean Basket que se encuentra en la calle principal. Pero queríamos un lugar especial con platos locales y típico de la zona.
Gary, el dueño del Zulani Guest House nos dijo que no podíamos perdernos el Fisherman’s Club, un restaurante típico de pescadores que ahora estaba abierto al público y que se encontraba al lado del estuario. ¡Perfecto!
Tras el paseo hasta la playa que se encuentra junto al estuario, entramos en el restaurante. Pedimos vino blanco y cerveza local (Black Label) y pescados típicos como los calamares, el hake y las gambas. Mientras cenas, puedes disfrutar del atardecer con vistas al estuario. ¡Precioso!
La cena nos costó muy barata para todo lo que comimos y bebimos: 250 Rands (unos 17 euros, ¡dos personas!).
Para volver, es mejor que no andes de noche por la zona, ya que los hipos se pasean a sus anchas y no son muy amigables… Ten en cuenta que en el lago Santa Lucia hay más de 800 hipos! Así que cruzaros con uno es una posibilidad.
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Visitar el Lago Santa Lucía en tu viaje a Sudáfrica es imprescindible.
¿Te vienes a descubrir sus playas, sus paisajes de ensueño y su mágico estuario lleno de vida salvaje?
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