El año pasado empezamos con esta sección en la que juntos buscaremos la receta de la felicidad y a lo largo de este año seguiremos con la búsqueda.
Después de que el mes pasado habláramos sobre que la Navidad es la época más hyggelig del año, este mes volvemos a retomar el tema de los puntos fundamentales en los que se basa el Manifiesto Hygge con el sexto punto: Armonía.
Sé tu mism@. No hace falta que presumas de tus logros, no se trata de una competición, los demás te quieren como eres.
En Dinamarca se respeta la capacidad de ser un@ mism@, de vivir acorde con nuestros principios respetando el resto del mundo. Nuestros logros serán mayores si no hemos pisado a nadie para conseguirlos.
A lo largo de mi vida he aprendido a que no debemos darnos la espalda a nosotr@s mim@s, por el miedo a "el qué dirán" o pensarán de nosotr@s. En muchas sociedades como la española, nos educan desde niñ@s a tener en cuenta la opinión de los demás sin dejar libre nuestra personalidad. Y es que deberíamos ser libres de hacer lo que nos guste y elegir nuestro propio camino, siempre que no hagamos daño a nadie en el proceso.
Una de las frases más famosas del filósofo y teólogo danés Soren Kierkegaard dice: "La forma más común de desesperación es no ser quien eres".
Para los daneses es importante conseguir la serenidad y la libertad de poder ser un@ mism@ y no se obsesionan por lo que los demás opinen de ellos, simplemente son ell@s mism@s.
En Dinamarca, la preocupación de los daneses por la armonía los lleva a integrar a todos los miembros en una reunión y a dedicarles tiempo, a escucharles,... Por lo que las reuniones danesas son cuidadas buscando el equilibrio despreocupadamente para que todos los presentes se vean envueltos por el hygge, la sensación de pertenencia, cercanía y bienestar.
Tenemos que ser libres de correr los riesgos que necesitemos para poder seguir creciendo y evolucionando sin que nadie nos cohíba ni retenga, sin que nos pongan límites. Una cosa es aconsejar, que siempre es de agradecer, y otra es coartar y quitar la libertad a otra persona a que viva la vida como quiera, aprendiendo también de sus propios errores. En ocasiones lo que necesitamos es que nos ayuden a enfrentarnos con nuestros miedos y no que nos creen más miedos.
El hygge da mucho de qué hablar, así que seguiremos el próximo mes. Pero, como siempre, antes de marcharnos os propongo la tarea de este mes, cuéntanos en que momentos no te has sentido tú mism@ y luego te has dado cuenta de que eso no te llevaba a ningún sitio, o, al menos, al que tú querías ir. Compartiendo tus experiencias podemos conseguir encontrar la receta de la felicidad entre todos.
Y recuerda, disfruta de ser tú mism@, de la vida y de lo que te gusta.
Así que ¡no te des la espalda!
¡Sé tu mism@!
¡Qué tengáis un feliz lunes y una semana muy hyggelig!