Yo no sé lo que busco eternamente
en la tierra, en el aire y en el cielo;
Yo no sé lo que busco, pero es algo
que perdí no sé cuando y que no encuentro,
aún cuando sueñe que invisible habita
en todo cuanto toco y cuanto veo.
Felicidad, no he de volver a hallarte
en la tierra, en el aire ni en el cielo,
¡aun cuando sé que existes
y no eres vano sueño!
(Rosalía de Castro)
Hay días en los que todo te resulta más difícil y sientes que la felicidad es como un gran arco iris. Por mucho
que camines hacia él, nunca lo vas a poder tocar. Sabes que está ahí, pero no puedes alcanzarlo.
LA LUNA, SÍ, LA LUNA...
La luna, sí, la luna,
las estrellas de siempre,
el cielo vasto y negro
y la ciudad que duerme.
Sólo mi alma vela
lo mismo que una lámpara
en cuya luz se quema
la última esperanza.
Sólo yo estoy despierto
en mi casa dormida,
con este amor que está
desgarrando mi vida,
que hiere sin piedad
mis flores más hermosas,
aquellas que tú sólo
aspiraste en la sombra...
La noche es para todos
la sombra y el olvido,
ay, solamente yo
no hallo en su paz alivio,
porque el amor me tiene
desvelado y amargo
en la densa penumbra
nocturna de mi cuarto,
y pienso en tus palabras,
y me encuentro tan triste
y es tan grande mi angustia
que quisiera morirme.
(Ricardo Molina)
Últimamente ando un poco melodramática y aquí os dejo reflejado mi estado de ánimo. Todos tenemos días malos y días peores. Hasta nuestra próxima cita.