A falta de alguna otra fe me volví fiel devota de la literatura, creyente del poder de cambio que ejercen las letras en la sociedad y ferviente predicadora del lenguaje escrito. Llevo casi 15 años perteneciendo a esta, mi inventada religión y hoy más que nunca puedo afirmar que la literatura si cambia el mundo.
De utópica me tacharan muchísimos, muchísimos que no han tenido el placer de leer un libro que les hiciera llorar como niños, que los remontara a vidas pasadas o mundos inimaginables, quizá aún no se han descubierto ellos mismos en algún personaje o no han hurgado en lo más oscuro y profundo de su mente y ser mientras leían filosofía. A esos realistas los invito a leer un libro que les cuestione la manera en que han vivido por siempre, la manera en que se mueve el mundo, un libro que les haga perder su fe en las banalidades y ayude a descubrir los pequeños placeres de la vida ocultos a los ojos de la mayoría, una vez que encuentren ese libro, créanme, afirmaran como yo que la literatura si cambia el mundo, su mundo.
Las palabras pueden hacer revoluciones sin necesidad de tener armas. Las palabras nos dan poder, de movilizar masas, de crear conciencias, de abrir mentes, nos dan la capacidad para luchar contra las injusticias. Las palabras son el mejor ejemplo del eclecticismo, por un lado, nos brindan ese escape que tanto necesitamos del mundo, saliendo de la realidad para entrar en la pura fantasía, pero a la par de esto esas mismas palabras nos ayudan a comprender la tristeza, el amor, la alegría, o la amistad, es decir, la vida. Las palabras bien dichas pueden cambiar el mundo, porque como diría José de la Serna el mundo existe mediante palabras.
Cada que leo, muchas respuestas se contestan y nuevas preguntas salen a la luz, preguntas que me hacen investigar, razonar, asimilar y así poder convertir esa información en conocimiento. Hay frases que te tocan, que te arrastran hasta lo más profundo del alma para luego salir con una fuerza devoradora que nos hacen llevarlas como estandartes, como mandamientos o como normas de vida, esas frases nos acompañan por años y nos ayudan a comprender mejor quienes somos y que hacemos en este mundo. La lectura nos humaniza y este es el poder de las artes, de la literatura… Recordarnos que somos humanos, que el mundo somos nosotros y debemos cambiarlo.
ARTÍCULO ESCRITO POR:
MAGS
Mis amigos me llaman mags y dicen que soy bien random. Escribo para intentar comprender el mundo que cada día entiendo menos.
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Imágenes de: Freddie Marriage y Gaelle Marcel