Llegamos a Jackson Hole por recomendación de Lio, el Guerrillero Culinario y la verdad no defraudó. Con locales en Manhattan, Queens y New Jersey, Jackson Hole presenta una monstruosidad de hamburguesa y una alternativa más gourmet a las clásicas cadenas de Nueva York.
El local
Nosotros fuimos al local del Upper East Side ya que era el que más cerca del hotel nos quedaba. Haciendo honor al nombre, el lugar se encuentra en un subsuelo y tiene una decoración que consta de una yuxtaposición de objetos varios que llaman la atención.
La carta muy buena, además de las hamburguesas se puede comer comida tex-mex, platos típicos de desayuno, variados platos con pollo, omelettes y un buen surtido de postres. Lo más flojo del lugar son las cervezas ya que sólo tienen botellas. Algo de lo que más me gusta de yankeelandia es la variedad de cerveza tirada que tienen, Jackson Hole no aplica acá.
Las burgers de Jackson Hole
Si bien nos tentamos con un montón de platos del menú, habíamos ido por las famosas hamburguesas de 7 onzas, unos 200gr de carne.
Pedimos 3 distintas y todas cumplieron. Como pueden ver en las fotos, las hamburguesas son realmente grandes.
La carne de esta hamburguesa es una fiesta! En el punto justo de cocción y con la textura que toda hamburguesa debería tener. El pan y las papas estuvieron a la altura de las circunstancias.
Costó terminarla de comer por el tamaño, pero como buenos cerdos las terminamos. Por suerte llegamos al lugar hambrientos. No les recomiendo pedir entrada o picar antes de ir, cuanto más famélicos mejor.
Nos ofrecieron postre pero más que una patada karateka para bajar la hamburguesa no quisimos nada más.
Definitivamente volveríamos a Jackson Hole, unas excelentes y monstruosas hamburguesas en Nueva York. No se queden sólo con las hamburguesas de Shake Shack, intenten probar estas burgers que no defraudan.