Hoy descubrimos uno de estos lugares únicos, bautizado como Hotel Terra Dominicata, ubicado en la maravillosa zona del Priorat, en la provincia de Tarragona, una finca en la que paisaje, silencio y gastronomía se funden para ofrecer a sus huéspedes una extraordinaria estancia, en una antigua masía restaurada.
El origen de este fabuloso hotel rebosa historia, cultura y naturaleza, cuando monjes cartujos procedentes de La Provenza se instalaron en la zona para fundar la Cartuja de Santa María dEscaladei, a principios del siglo XII.
Durante los años de la construcción de esta espectacular obra monástica, nació la antigua masía del Tancat, una hospedería que servía para alojar a las familias de los campesinos que ayudaron a la congregación de los monjes cartujos, trabajando las tierras, conocidas como terra dominicata, una masía olvidada durante muchos siglos y restaurada recientemente para alojar al prestigioso Hotel Terra Dominicata.
Tras años de esfuerzo y trabajo incansable, la familia Vives, expertos conocedores del sector de la hostelería y el interiorismo, decidieron inaugurar este singular hotel, para ofrecer a sus huéspedes una experiencia única, con todas las comodidades y el lujo que Terra Dominicata proporciona, a todos los niveles, tanto en lo que refiere al alojamiento como en la restauración, viticultura y tradición.
Con 26 habitaciones, piscina, terraza ajardinada e incluso bodega propia, se ha convertido en el lugar perfecto para disfrutar de una escapada inigualable, la mejor gastronomía local y catas privadas en un entorno inmejorable, para descansar, relajarse y perderse en sus jardines, merecidos ganadores de dos premios Architizer, considerados como los premios Oscar de la arquitectura, en la categoría de Jardín Privado, en 2020.
Los exteriores del Hotel Terra Dominicata, diseñados por el estudio SCOB, estudio liderado por Oscar Blasco y Sergi Carulla, especializado en arquitectura y paisaje, se proyectaron con técnicas sostenibles, con el objetivo de respetar la arquitectura tradicional de la zona.
En definitiva, un lugar mágico en el que perderse, para deleitarse con todo aquello que ofrece, silencio, naturaleza, gastronomía y vino.