Filosofía del cine ojo
Porque la cámara se convierte en el ojo que observa la realidad de un modo objetivo, apreciando las imágenes de un modo improvisado, sin la preparación previa que actualmente presuponemos a cualquier creación artística. Pero con el matiz añadido de que la cámara consigue captar matices y darles un valor atemporal, algo que el ojo humano no puede alcanzar.
Dada esta filosofía del cine como encuentro con lo natural de la realidad, el Cine Ojo reniega del uso de decorados, guiones, caracterización o actores profesionales. Por tanto, el verdadero resultado de una buena película es aquel que muestra una combinación de fragmentos de realidad atendiendo siempre el valor de lo esencial. Captando la belleza del instante a través de la cámara.
El cine ojo es una contraposición al cine de ficción al que esta corriente se opone por considerarlo engañoso. El cine ojo pretende observar el cine en su mayor pureza, lejos del tinte de la literatura o el teatro. Sin embargo, aunque este tipo de cine rechaza la preparación previa de los decorados, no renuncia al montaje. Esto permite unir distintos fragmentos de realidad. Sin embargo, hoy en días nos resultaría bastante aburrido observar una película de estas características durante mucho rato por su falta de unidad en el argumento. Un cine en blanco y negro cuya grabación se llevaba a cabo, en muchos casos, sin la solicitud de los pertinentes permisos.