Gijón, principal ciudad de Asturias, es una ciudad abierta y acogedora, donde el azul del mar Cantábrico se funde con el verde de sus cuidados paisajes, con una amplia oferta cultural y gastronómica, una ciudad agradable donde pasar unos días, cómoda para pasear y estupenda para comer.
Cimadevilla, el barrio alto
Es la parte más antigua de Gijón y una de las más bonitas. Su cumbre, el cerro de Santa Catalina, ofrece unas vistas fantásticas del mar y la ciudad, allí está el Elogio del Horizonte, la escultura de Eduardo Chillida , que se ha convertido en uno de los símbolos de la ciudad. Como curiosidad si te pones debajo de la escultura se siente muy bien el ruido de las olas.
Esta pequeña península, situada entre el puerto deportivo y la playa de San Lorenzo, fue barrio de pescadores. Recorriendo sus callejuelas, aun se pueden encontrar algunas de sus típicas casas. En la actualidad la zona está llena de sidrerías, cafés y restaurantes, aunque aún se respira el olor a salitre y el sonido de las gaviotas, que recuerdan el pasado marinero de la zona.
Gijón bien merece un paseo por sus calles, disfrutar de la arquitectura de sus edificios, de sus casas coloreadas, pasear por el puerto deportivo, tomarse unas sidras en la Cuesta del Cholo, ver el bonito palacio Revillagigedo, en la plaza de Pelayo, siempre concurrida y con numerosas terrazas, y llegar hasta la Plaza Mayor. Visitar la casa natal de Jovellanos, hoy convertida en museo municipal.
Paseo y Playa de San Lorenzo
El paseo marítimo de San Lorenzo, es el lugar emblemático de la ciudad, muy céntrico, todo el mundo pasa por allí en algún momento del día, siempre está lleno de caminantes. Se inicia en la iglesia de San Pedro, y transcurre durante kilometro y medio, hasta la zona del Tostadero.
La playa es extensa y de arena dorada y fina, hay 16 escaleras distribuidas a lo largo del paseo por las que puedes acceder. La primera vez que estuve me sorprendió cómo la amplia playa que había visto por la mañana desaparece por completo por la tarde cuando sube la marea y todos los bañistas utilizan las escaleras para extender sus toallas y tomar el sol.
La Laboral impresiona
La Laboral sorprende por las grandes proporciones del edificio. Surgió en los años 50 como un gran centro de formación profesional para los menos favorecidos de Asturias. Con el tiempo su propósito inicial fue cayendo en desuso y fue restaurada en el 2007; así nació Laboral Ciudad de la Cultura , donde actualmente hay espacio para todo tipo de espectáculos y actividades. Se puede hacer un recorrido turístico por todo el recinto, donde destaca su amplio teatro y las vistas privilegiadas desde la torre de 130 metros de altura, desde donde se divisa una bonita panorámica de las afueras de la ciudad, con lugares tan vistosos como el Jardín Botánico Atlántico.