Centrado en la técnica de la pintura con acuarela, ese mismo año, se trasladó a Bogotá para la inauguración de la 'Exposición de artistas Antioqueños'. Desde entonces su carrera no se ha detenido y, a día de hoy, es considerado el artista latinoamericano más cotizado del mundo, con una de las mayores colecciones que existen.
Tanto es así, que en el año 2011 vio la luz una nueva serie de pinturas en la Galería MarlBorough, en Manhattan, Nueva York. Su obra lleva por título 'Viacrucis' y, posteriormente, será desplazada a su ciudad natal. La composición acoge un total de 60 muestras, que mantienen la ironía y, como no, las formas voluptuosas que le dieron fama.
Porque, si por algo es reconocido Fernando Botero es por las curvas que proporciona a sus característicos personajes. Este estilo dentro del arte ha sido bautizado por algunos teóricos y aficionados como 'boterismo'. Todas sus representaciones, independientemente de quien sea el retratado cobra unas dimensiones caprichosas en manos del artista.
Muchos son los políticos, personajes bíblicos, animales, otros compañeros de profesión de épocas pasadas o incluso objetos los que transforman su figura en post de la percepción del lienzo o la escultura. Como podemos observar, por ejemplo, en 'Violín sobre una silla', de 1999 o 'El Presidente', de 1977. Por raro que esto pueda parecer, su acogida siempre ha sido satisfactoria, inclusive, por parte de los individuos retratados.
La fama de Fernando Botero fue en constante aumento hasta que, en 1966, tras múltiples exposiciones en todo el continente americano, se le decide organizar una galería para sus obras en Alemania, dando comienzo así, a su primera gira por Europa. Desde entonces ha viajado continuadamente entre los distintos continentes en busca de nuevas fuentes de inspiración.
Cuando regreso a Nueva York ya era visto mundialmente como el escultor viviente más cotizado del planeta. Sin embargo, la etapa más oscura en su vida personal estaba a punto de llegar. En 1974, de gira por España, el artista tuvo un accidente de coche que tristemente, le costó la vida a su hijo de cuatro años. Sus años posteriores conllevaron grandes cambios en su obra.
paso a paso este increíble y polifacético artista fue abriéndose paso En 1983 decide centrarse especialmente en la escultura. Para ello, se trasladaría a Pietrasanta, en La Toscana, Italia, un pequeño pueblo con tradición en la fundición. Con sus nuevas creaciones inició una recorrido por todo el mundo más allá de las cuatro paredes de una galería. Sus composiciones son acogidas en céntricos parques de capitales europeas, edificios de todo tipo, en los Campos Elíseos de París, la Gran Avenida de Nueva York, la Plaza del Comercio de Lisboa o en las Pirámides de Egipto, entre otros muchos lugares.
¿Y tú, qué opinas de la obra de Fernando Botero? ¿Cuál te ha gustado más?