Hace unas semanas mi hermana me llamó por teléfono para decirme que mi sobrina, que estudia bachillerato, necesitaba hacer un trabajo sobre las abejas, su forma de vida y su posible extinción, tema del que se oye hablar bastante últimamente. Ella sabe que el marido de una amiga mía tiene colmenas y se dedica a ellas, por ello me pidió que le preguntara si nos las podría enseñar. Ellos son muy amables, y enseguida accedieron. Pues bien, Pascual, que así se llama el marido de mi amiga, tiene situadas parte de sus colmenas en un pueblo llamado Aigües de Busot, en la montaña alicantina, muy cerca de donde vivo yo, y allí que nos fuimos en una primaveral mañana de mayo.
Para empezar, junto al coche, en una sombra muy agradable, nos hizo una introducción general sobre la vida de las abejas, y la explotación de las colmenas, es decir, sobre la extracción de la miel y el mantenimiento de los panales.
Después fuimos a un lugar alejado de la población (pues nos explicó que las abejas que habitan en nuestro país son animales peligrosos si pican muchas a la vez) en el que tiene instaladas las colmenas, y allí, siempre con la vestimenta de protección adecuada y por turnos, nos fuimos acercando a verlas.
Hacía mucho calor, y debajo del traje de protección debíamos llevar manga larga, pues las abejas pueden atravesar la ropa cuando pican, pero la experiencia valió la pena con creces.
Esta soy yo con la ropa adecuada. ¡No me digáis que no parecemos astronautas....!
Pudimos ver con nuestros propios ojos cómo es la vida del interior de la colmena, cómo es su organización, cómo crían nuevas abejas y cómo fabrican las realeras de las que salen las abejas reina. También vimos cómo almacenan la miel y el polen y cómo Pascual organiza las colmenas para que su desarrollo sea el adecuado así como la producción de miel.
Incluso conocimos a alguna abeja reina en persona...
Creo que nunca podremos agradecerles del todo a Pepi y a Pascual la mañana tan entretenida, interesante y divertida que nos hicieron pasar de manera tan desinteresada. Una vez más he de mencionar lo interesantes que se hacen las cosas cuando te las cuenta una persona que disfruta con su trabajo y te transmite su entusiasmo. Los niños lo pasaron en grande, y recuerdan con cariño la experiencia. Espero que mi sobrina saque buena nota en su trabajo, ¡ya os contaré!