Es una ciudad situada al norte de Cataluña, entre el Mar Mediterráneo y los pirineos, anclada entre 4 ríos: Ter, Onyar, Galligants i el río Güell.
Famosa por su casco antiguo y su cercanía a la Costa Brava, hacen de Girona una ciudad perfecta para pasear y disfrutar de un fin de semana. En esta entrada además de explicaros un poco de historia de la ciudad y daros algunos consejos para conocerla mejor, os propongo una ruta de 2 días para conocer los lugares más emblemáticos de la ciudad. Aunque parezca una pequeña, hay mucho por descubrir!
Historia de la ciudad
Los primeros pobladores de esta ciudad fueron los iberos que construyeron su primer asentamiento en la actual localidad se Sant Julia de Ramís (aún podemos encontrar los restos del asentamiento ) pero con la llegada de los romanos, por razones de estrategia, se desplazan a la actual ubicación de la ciudad, sobre la Via Augusta (importante carretera romana de los Pirineos a Cadiz). Girona se fortificó y se utilizo como punto de vigilancia a la entrada de Hispania. Gracias a su conexión con Empuries (actual población de Sant Martí d’Empuries, L’Escala, donde se conservan las ruinas de la antigua ciudad) la ciudad de Girona siguió creciendo. Se cree que el nombre de Girona, Gerunda, significaba río Onyar para los romanos.
Con la caída de su imperio romano, en el 476 la ciudad se convirtió en una ciudad cristiana.
Es en el 890 cuando se consolida su barrio judío con más de 20 familias situadas muy cerca de la catedral cristiana. Esto comportó muchos enfrentamientos entre cristianos y judíos que cada vez cogían más fuerza en la ciudad. Hasta el 1492 que los judíos fueron expulsados de la ciudad.
Durante los siglos XI, XII y XIII la ciudad sufrió muchas pestes y enfermedades que junto con las sucesivos enfrentamientos debilitaron mucho la ciudad. Fue en el S.XV gracias a la artesanía de la ciudad se convirtió en una de las ciudades más importantes de Cataluña.
Con la Guerra de los Segadores y las sucesivas guerras entren Francia y España (como las guerras napoleónicas) del siglo XVII la ciudad volvió a sufrir mucho, sobretodo su población.
A principios del s.XIX se recupera gracias, otra vez, a su artesanía y a su creación de industria. Además en la ciudad surge una revolución literaria y artística que la sitúan como la segunda ciudad de Cataluña.
Con la Guerra civil española la ciudad vuelve a decaer. Es el lugar de paso a Francia y de refugiados. En el 1939 sufre la ocupación franquista y, se suman grandes inundaciones que llevan a la ciudad de nuevo a un declive económico.
En el 1950 llega la recuperación de la ciudad y con ello la conciencia histórica y las ganas de dar a conocer la ciudad como actualmente la conocemos.
Visitar Girona
Primer día
Para conocer Girona y sus lugares más emblemáticos debemos centrarnos en su casco antiguo. Una vez en la ciudad un buen punto de partida es Plaza Cataluña. Des de aquí podemos observar una panorámica preciosa de la ciudad y comenzar nuestro recorrido.
Podemos dirigirnos hasta la Rambla Catalunya donde apreciaremos el Puente de Isabel II, más conocido como el Puente de piedra. Pasado el puente no seguiremos por la rambla si no que nos desviamos a la derecha hacía la Plaça del Vi , donde se ubica actualmente el Ayuntamiento y el teatro de la ciudad. Anteriormente, durante el siglo XVI y XVII se ubicaba la Generalitat. Es una plaza con muchos restaurantes y cafeterías donde los habitantes de Girona pasan mucho tiempo. Además es un lugar donde se celebran actos y diferentes espectáculos de la ciudad.
Si continuamos por c/ Ciutadans llegaremos a una plaza y si nos desviamos a una pequeña calle de la derecha, La pujada de San Domenech podremos apreciar uno de los lugares más bonitos de la ciudad. Las escaleras y la Iglesia de Sant Domenech además de encontrar uno de los mejores restaurantes de Girona, Le Bistrot. Es lugar de estilo parísenco, con unas vistas magníficas , aires bohemios y comida riquísima. Os recomiendo probar sus pizzas hechas con base de pan de payés.
Si subimos las escaleras y cogemos la calle de la izquierda nos adentraremos en la ciudad medieval y podremos apreciar lo bien conservada que esta la ciudad. (Es uno de los lugares donde os recomiendo perderos si disponéis de tiempo y descubrir calles y rincones)
Continuaremos toda la calle y nos desviamos hacia la izquierda llegaremos a la calle más antigua de la ciudad, el Carrer de la Força, que si seguimos por él nos conducirá a la Catedral y además nos dejará apreciar todo el barrio judío (de los más importantes y mejor conservados de Europa) y la parte medieval de la ciudad. Antiguamente los judíos y los cristianos compartían esta calle. Aquí encontramos el Museo de Historia de los Judíos y las antiguas entradas al barrio (c/ Cundaro) además de tiendas con recuerdos y productos típicos de la ciudad. Os encantará pasear por aquí y descubrir lo bien conservado que se conserva.
Una vez en la Plaza de la Catedral podemos admirar las escaleras y subirlas para apreciar toda la Catedral. Si nos dirigimos a la derecha, una vez arriba de las escaleras, tenemos el Museo de Arte de la ciudad y, al lado, una pequeña calle que nos conducirá a uno de mis lugares favoritos de la ciudad, el jardins de la francesa. Desde aquí podemos apreciar la catedral en su parte posterior donde podremos observar la única gárgola humana (Una gárgola con forma de mujer y mucha historia, la bruja de Girona) y encontrar uno de los accesos a la muralla medieval que os aconsejo recorrer un trozo para seguir descubriendo jardines y disfrutar de las vistas.
Después, mi consejo es volver a la Catedral, bajar las escaleras y dirigirnos hasta la Iglesia de San Felix (de camino encontramos los Baños árabes) donde se encuentra una plaza y la famosa estatua de la leona, cul de la lleona. (cuentan que si besas el culo de la estatua volverás a la ciudad. Yo lo hice la primera vez que visité la ciudad y acabé mudandome aquí!)
Para continuar y acabar la tarde, cruzaremos el puente de San Felix, donde podemos apreciar otra fantástica panorámica de la antigua ciudad, observar las Casas de colores y el puente Eiffel. Después seguiremos por la calle José Canalejas para llegar a la Plaza Independencia.
Al llegar podremos observar una gran plaza porticada de estilo neo-clásico y llena de restaurantes y vida, la Plaza Independencia. Es una plaza muy importante para la ciudad, es un lugar de encuentro y escenario de ferias (muchas de ellas dedicadas a la artesanía y alimentos típicos del territorio) y conciertos. Aquí encontraremos un lugar para cenar y poder disfrutar del ambiente de la ciudad. Os propongo cenar una hamburguesa, riquísima, en un restaurante muy conocido de Girona, el Konig y más tarde, si hay fuerzas, tomar algo en pub muy especial, Siddharta perfecto para finalizar el día. (Este pub esta a 10/15 minutos andando de Plaza Independencia, se puede coger un taxi a la salida de la plaza, delante de Correos). Otra muy buena opción si os gusta el Jazz es tomar una copa en el Sunset bar, cerca de la iglesia de San Felix que queda más cerca.
Segundo día
Después del recorrido del primer día os propongo un día algo más relajado para poder disfrutar de los aires de la ciudad. Para comenzar os propongo pasear por el fantástico parque de la Devesa, parque de 40 hectáreas perfecto para pasear, hacer ejercicio o dar una vuelta con nuestros amigos o nuestra mascota. Podemos cruzar el parque desde la parte norte a la Sud y hacer una parada un restaurante vasco que no os podéis perder, Txalaka. Es el restaurante que más me gusta de la ciudad para disfrutar de unos pinchos y unas buenas tapas.
Luego os propongo coger la calle Artillers, cruzar la Gran Via de Jaume I hasta llegar al Puente Eiffel, construido por Gustave Eiffel y conocido como el pont de les peixateries velles, para poder disfrutar de su estructura, sus vistas y observar las casas de colores o colgantes del Río Onyar. Una vez cruzado el puente giraremos a la izquierda paseando por la Rambla, y Calle Ballesterias. Son dos calles llenas de comercios, bares y restaurantes y con mucho encanto. Antiguamente la Calle Ballesterias era la muralla de la ciudad y actualmente aún se pueden observar algunos rincones de aquella época.
Llegaremos de nuevo a la Iglesia de Sant Felix y continuaremos hacía el Monasterio de San Pere Galligants, donde muy cerca podemos encontrar los Jardines de John Lennon y acceder de nuevo a la antigua muralla que nos descubrirá una panorámica de la ciudad observando la Catedral, San Felix y San Pere Galligants. Es otro de mis lugares favoritos, y el de mi mascota gracias a sus vistas y su tranquilidad.
Finalmente retrocederemos hacia el Monasterio y seguiremos por la Calle de la Barca para llegar de nuevo a la plaza de San Felix y cruzar el puente para despedirnos con otra preciosa panorámica o postal de la Ciudad.
Espero que os ayude esta entrada a conocer un poco mejor esta magnífica ciudad, y sobre todo a disfrutarla. Si decidís visitar la ciudad y necesitáis más información o ayuda, además de contar conmigo, deciros que encontramos la oficina de turismo en la Rambla y al lado del Puente de San Felix un punto de información de la ciudad.
Para mi poder disfrutar de esta ciudad y sus alrededores día a día es un privilegio!