La palabra triforio, proviene del latín medieval “triforium” y del latín “transforatum”, que significan perforado.
Encontrados en cada templo de la época, y aún presentes, los triforios no son más que una galería ubicada bajo la cubierta de las naves laterales de las catedrales y sobre los arcos que separan las naves centrales.
En pocas palabras, es aquel diseño de ventana de tres orificios que se ubica en la parte superior media de las basílicas y catedrales, con un extenso pasillo en el fondo.
Historia del triforio
Durante la subdivisión artística románica-gallega, los triforios no eran transitables debido a que para entonces los templos no contenían tribunas. A raíz de esto, se comenzó a generar una ola de confusión entre lo que es un triforio y una tribuna, los cuales tienen varias diferencias.
Para las catedrales que cuentan con ambos, la tribuna se encuentra ubicada en el segundo piso, mientras que el triforio se encuentra en el tercer piso.
También formaron parte de la arquitectura helenística de los griegos. Para entonces, no existía ninguna basílica de la justicia romana, que no contara con estas estructuras.
En cuanto a las iglesias góticas, estas ubicaban el triforio en los ejes de la bóveda, siguiendo el camino que marcan las columnas que forman la arcada, punto donde se dividen las naves laterales.
El piso correspondiente al triforio, muchas veces se llegó a utilizar como refugio. Las primeras catedrales en dar este paso, se situaban en las rutas de peregrinaje, como lo es el Camino de Santiago. Tenían la función de albergar a los peregrinos.
Ejemplos
Existen muchas basílicas que cuentan con estas estructuras, estas son algunas de las más reconocidas:
Catedral de Notre Dame
Representante fiel del estilo gótico francés. Cada año, más de 20 millones de turistas viajan desde muy lejos solo para visitar esta catedral. Por desgracia, se vio obligada a cerrar sus puertas tras el incendio que sufrió el 15 de abril de 2019.
En cuanto a su arquitectura, su planta tiene forma de cruz latina. La nave principal cuenta con 127 metros de largo y 48 metros de ancho, además de contar con otras cuatro naves secundarias, todas de doble deambulatorio.
Catedral de Burgos
El mejor ejemplo para aprender a diferenciar un triforio de una tribuna. En esta catedral, ambas presentan grandes similitudes, lo cual es perfecto para hacer comparaciones.
Si se observa con detenimiento, el primer detalle el relucir es que la tribuna ocupa todo el ancho de las naves laterales de la catedral y está a disposición de todo el público, por su parte, el triforio es mucho más pequeño y de acceso restringido.
Catedral de Gerona
No todos los triforios son iguales, y el de esta catedral por su parte es mínimo. Representante del arte gótico mediterráneo, es más bajo que los septentrionales. De hecho en esta basílica es un tanto difícil de apreciar, ya que se encuentra un tanto destrozado.
Falsos Triforios
Existen también basílicas que a pesar de contar con diseños góticos y romanos, los triforios que se aprecian en estas no son reales. Uno de los templos que contiene estas estructuras es La Iglesia de Santa Mariña de Augas Santas