El arte románico es un estilo surgido en el siglo XI en el Norte de Francia, el cual se expandió rápidamente por toda Europa. A diferencia de otros géneros, sus representaciones se centraron en la arquitectura, especialmente en edificaciones de corte religiosa, como resultado de la expansión de la iglesia cristiana.
Entre sus actividades destaca la restauración de viejos templos junto con la creación de nuevos monasterios, iglesias y catedrales. A pesar de mantener algunos símbolos procedentes del prerrománico, como el uso de piedra cuadrada, se nota un claro avance, sobre todo visible en sus dimensiones, las cuales se ampliaron notablemente.
Igualmente se incluyen canecillos, los cuales adornan la estructura externa. En cuanto al interior, disponían de algunas imágenes en religiosas, en forma de esculturas, en su mayoría, las cuales representaban a Cristo junto con los Apóstoles. Por lo general, no se comienzan a desarrollar grandes vidrieras, más bien al contrario, disponían de pequeños espacios por donde entraba la luz.
Un rasgo muy característico es la forma del templo, el cual trazaba una gigantesca cruz. Algunos ejemplos del arte románico son el monasterio de San Juan de la Peña, en Aragón, España; la catedral de San Pedro Jaca, también en Aragón o la impresionante catedral de Santiago de Compostela.
Otras sobresalientes muestras son la basílica de Vézelay, en Borgoña, Francia, siendo declarada Patrimonio de la Humanidad. Otra obra igualmente nombrada es la abadía de Saint-Savin sur Gartempe, de gigantesco torreón. La ciudad de Toulousse también dispone de magníficos ejemplos como su basílica de San Sernín.
¿Y tú, qué obra del románico destacarías?
Amaianos/Flickr
Sybarite48/Flickr
Jaume Meneses/Flickr
Aurélien./Flickr
Stephanemartin/Flickr