Creo que puedo afirmar sin sombra de duda, que este es mi primer guest post y no te sorprendas si te digo que no fue intencional. Kassandra es una mujeres reflexiva, profunda, con un rico bagaje en experiencias y en lecturas relacionadas al desarrollo personal. Aunque desde su posición modesta y espiritual jamás lo reconocería, escribió un comentario sobre el poder del pensamiento positivo que es mejor que cualquier post escrito hasta el momento. Cuando descubra su talento natural para ayudar, espero tenerla de invitada más seguido, para que nos ilumine que ese resplandor que solo se obtiene con años de conciencia plena. Por otra parte, no debería extenderme en la introducción porque lo que realmente importa es su palabra. Te la ofrezco. Disfrutala.
El poder del pensamiento positivo.
Querida Paula:
Este texto fue redactado originalmente como un comentario para tu último post Intensional; sin embargo, cuando le di "Publicar" me enteré que Mr. Google sólo permite comentarios que no excedan los cuatro mil no sé cuántos caracteres, y para variar obviamente me había sobrepasado (¿te creíste la única desmesurada del equipo?). Así que, como no tenía ganas de editar lo escrito -no hay aquí ninguna declaración existencial de principios, fue pura y simple fiaca- decidí mejor mandártelo por email. Ahí va pues, libre de las censuras de Mr. Google:
Me costó mucho encontrar las palabras justas para este comentario; no sólo porque -como ya sabés de sobra- soy una ferviente creyente en el poder del pensamiento positivo, sino porque tus consideraciones preliminares se parecen sospechosamente a las objeciones que escucho en casa cada vez que sale el tema (lo cual me impide ser todo lo objetiva que quisiera... es difícil mantenerse mesurada cuando te cuestionan desde el "ego intelectual", de última lo único que te sale son ganas de MATAR al otro!) Por fortuna leí hasta el final, y recién entonces entendí cuál era tu punto: añadirle acción al pensamiento.
Empecemos por el principio: no soy una fanática de "El secreto" (película, libro y engendros posteriores). Me parece una mera tergiversación mercantilista de un conocimiento mucho más serio y profundo, probablemente destinado a mantener a la mayoría de los lectores/espectadores en el deseo superficial de BIENES MATERIALES y por tanto, al comprobar que NO las consiguen -porque llueven cosas raras del cielo, pero todavía no caen yates y Lamborghinis- tiendan a descreer de TODO el método y a "volver al redil" de las creencias tradicionales. Mi percepción es que muchos (probablemente la mayoría) de los que consumen ese tipo de literatura, buscan soluciones fáciles e instantáneas tipo TeleShopping, pero EN REALIDAD NO QUIEREN salir de la situación en la que se encuentran -enfermedad, carencia financiera, soledad afectiva o la que sea-, porque ésta les SIRVE de alguna manera, aunque sea retorcida (para atraer más atención, como excusa para no enfrentar determinados conflictos, etc.).
En ese contexto, practican las afirmaciones positivas únicamente para hacerle ver alafuera que "están haciendo algo" para salir de su situación; sólo que "no les funciona"... ¡lo cual desde luego ya no es culpa de ellos! Y mirá que no estoy tocando de oído, es algo que he aprendido -con no poca decepción- en mis años de trabajo como terapeuta Reiki: por ejemplo, una persona viene a darse reiki porque tiene fuertes dolores de espalda, pero cuando intuitivamente encontrás la causa emocional de ese dolor -digamos que esa persona está "cargando" con el peso de una responsabilidad extrema, como cuidar de un familiar enfermo- e intentás trabajar el dolor desde ese lado, de pronto la persona se bloquea, se cierra y rechaza toda profundización en el tema... e incluso es probable que no vuelva más! ¿La razón? Muy simple: la persona está exhausta debido a su tarea como cuidadora, pero como se sentiría muy culpable si voluntariamente decidiera no cumplirla, su cuerpo se "fabrica" un dolor para tener una excusa y poder descansar por un tiempo. ¿Eso está "mal"? No, definitivamente no podemos juzgar a esta persona, porque se trata de un mecanismo puramente subconsciente. Sin embargo, por más reiki, meditaciones, visualizaciones o tratamientos holísticos que esta persona realice para "dar la apariencia" de que quiere aliviar su dolor de espalda, nada va a funcionar porque en realidad NO DESEA curarse, ya que esto le quitaría la muleta que ha venido usando para para escapar momentáneamente de sus obligaciones... ¿Se entiende?
Por otro lado, para quienes practicamos en profundidad este tipo de técnicas (sea que le llames "poder de la palabra", "ley de atracción", "pensamiento positivo" o cualquiera de los eslóganes editoriales de moda, o directamente que no le llames de ninguna forma, mientras ENTIENDAS de qué va la cosa) hay un eslabón intermedio entre "pensamiento" y "acción", que es EL SENTIMIENTO. Lo que pensás -positivo o negativo- genera un sentimiento acorde, y es ese sentimiento el que en realidad te motiva a actuar de tal o cual manera. Es un banquito de tres patas: si falta uno, no te sientes porque seguro te caés... Por eso es difícil que alguna de estas herramientas funcione mientras las contemples "desde la duda cartesiana" (no te engañes: esa también es una expresión de ego intelectual, a pesar de su apariencia aséptica e inocente). Nada de esto es magia, pero sí tiene mucho de AUTOSUGESTIÓN: funciona de acuerdo a la intención que vos le ponés. NECESITÁS CREÉRTELO, sentirlo, vivenciarlo desde lo emocional, para poner realmente la energía en movimiento. Pero como vivimos en un mundo donde la razón lo domina todo y el sentimiento está muy subvalorado, esa parte de la historia no se enfatiza mucho en los manuales de autoayuda "express"; por eso la gente que se limita a repetir afirmaciones como loro generalmente termina fracasando en sus propósitos y descreyendo en general de todo el condenado asunto. Para mí, es verdad que podemos "crear" cosas y situaciones desde el pensamiento; pero el pensamiento es sólo el paso inicial, y sólo cuando sentimos y actuamos en armonía con ese pensamiento -superando los autosabotajes y las creencias negativas que nos paralizan-, las cosas o situaciones deseadas se materializarán.
Lo cual me lleva a discrepar contigo en otro punto no menor: el propósito de sentirnos RESPONSABLES de lo que pasa a nuestro alrededor NO es generarnos culpa, sino asegurarnos que PODEMOS CAMBIAR lo que nos sucede, si estamos dispuestas realmente a invertir tiempo y energía en ello. Pero sólo podemos cambiar NUESTRA vida, no la de alguien más; por eso, los ejemplos que vos ponés tengo necesariamente que analizarlos individualmente: no hay nada que podamos hacer frente a la muerte de un ser querido, porque ningún pensamiento nuestro puede -ni debe- influir en el libre albedrío de otra persona, incluyendo su facultad de elegir cómo vivir y cómo morirse; pero en cambio SÍ podemos hacer mucho si se nos diagnostica A NOSOTROS una enfermedad terminal, porque FUIMOS NOSOTROS los que la generamos, y si llegamos a entender por qué lo hicimos -te repito, puede haber múltiples razones- también seremos capaces de revertir esa cadena de pensamiento-sentimiento-acción y curarnos... (no es una simple elaboración teórica, hay miles de testimonios alrededor del mundo que lo prueban, aunque la "comunidad científica" se resista a admitirlo!)
En resumen, como dice una frase que leí en estos días: "no puedo cambiar el mundo, pero sí puedo cambiar MI mundo". Desde ya te pido disculpas si este comentario suena más confrontativo de lo habitual; si vos andás con los pescados cruzados, yo ando con el aguijón en alto por estos días... debe ser cosa de los planetas jejeje
Besos,
K.
Sin los pescados cruzados
Seguramente concordás conmigo. Se necesitan años de intensionalidad para lograr esta claridad de expresión que tiene Kassandra. Aunque realmente no estamos en planos tan disonantes. Lo que sucede es que mi tendencia natural a cohibirme me impidió escribir lo que realmente pienso: soy una defensora del pensamiento positivo pero me patea el hígado el comercio que supone la venta de esta filosofía. Me rebela que la vulgaricen y un conocimiento tan ancestral como elemental, se transforme en una carrera vacía en pos de la riqueza material. Y que no se subraye con suficiencia, que el pensamiento necesita igualmente de acción positiva. Aunque "hacer" no siempre signifique accionar sobre el mundo material. A veces tu forma de hacer es decir, escribir, esperar el momento oportuno. A veces callar es una forma de hacer. Hoy que tengo los pescados acomodados decidí ser más directa. Y obviamente, espero tu opinión.