Considerado Patrimonio Cultural de la Nación por el Instituto Nacional de Cultura, el Parque de la Muralla ha valorado esta parte del centro histórico de la capital, tanto por sus instalaciones, que combinan modernidad con historia, como por los espectáculos que se desarrollan al interior del mismo, principalmente los fines de semana.
A partir de la inauguración de este centro de esparcimiento, levantado sobre la antigua muralla construida en el siglo XVII para resguardar la ciudad de los piratas, la cara de esta zona de Lima ha sufrido un cambio sustancial.
Su diseño arquitectónico y sus extensas áreas verdes marcan la diferencia y surten un efecto contrastante.
La Municipalidad Metropolitana de Lima, por medio del Servicio de Parques de Lima (SERPAR) como ente administrador, se ha preocupado por su cuidado y mantenimiento, pero a la vez le ha dado un valor agregado al convertido en un centro de difusión de la cultura, el arte y folklore de nuestro país.
Prueba de ello es el Museo de Sitio, que muestra los restos arqueológicos descubiertos al pie de la vieja muralla. Para reforzar tal orientación se ejecutó una obra de ampliación correspondiente a la segunda etapa del parque, donde se habilitó una extensa explanada con capacidad para unas cinco mil personas para la realización de conciertos, ferias, exposiciones, u otro tipo de eventos de esta naturaleza.
Pero no solo SERPAR se ha planteado potenciar el parque. El interés por este recinto viene no solo del público, sino de entidades públicas y empresas privadas que lo ven como un sitio propicio para mostrarse, para exponer su trabajo y sus productos, por la cantidad de visitantes que recibe semana a semana.
Entre la infraestructura y el servicio que tiene este parque para el público son:
Anfiteatro
Museo de la muralla
Juegos para niños
Restaurante
Exhibición abierta
Estacionamientos
Área para camélidos andinos
Aviario que alberga cerca de 100 especies
Gimnasio con modernas máquinas para ejercicios
Escuela de cómputo
Biblioteca juvenil e infantil
Tren turístico