Se trata de un espacio de 177,000 metros cuadrados en medio de una de las áreas mas densamente pobladas de la ciudad, que se transformaran en un refugio para la naturaleza.
La creación del espacio apenas se aprobó el 30 de marzo de 2019 y requirió de mas de tres años de esfuerzos de personas conscientes de la necesidad de proteger la naturaleza contra los intereses inmobiliarios.
Al final, en una apretada votación, ganó el futuro, pues la crisis ambiental que vivimos marca que hoy debemos apostar por la naturaleza antes que cualquier otra cosa.
¿Quieres conocer el proyecto y como se dio esta lucha?
Historia del Bosque Urbano Málaga
Orígenes del terreno
Hubo una vez en que la ciudad de Málaga era un referente para la distribución de petróleo en España, pues el crudo llegaba tanto al puerto como por un oleoducto para almacenarse aquí antes de distribuirse a una refinería en Puertollano.
Por ello, la ciudad contó con enormes depósitos para todo este crudo, y conforme la ciudad creció lo hizo rodeando dichos depósitos, que quedaron ubicados en un enorme terreno en una de las zonas más céntricas de Málaga.
Esto acabó siendo un riesgo para la gente, y entrada la década de los 90, el ayuntamiento de Málaga y la empresa Repsol negociaron desmantelar las instalaciones.
Sin embargo, esto no se pudo concretar hasta iniciado el siglo XXI, cuando un nuevo oleoducto se construyó desde Cartagena, entonces si, en 2001, Málaga dejó de almacenar petróleo, y quedó con un enorme terreno de 177,000 metros cuadrados disponibles.
La lucha por un espacio verde
Cuando un terreno de ese tamaño queda disponible, siempre es un sueño devolverlo a la naturaleza, pero los intereses inmobiliarios también ponen los ojos sobre el.
Málaga no fue la excepción y en 2006 ya existía un proyecto para llenar la zona de concreto.
A cambio de 82 millones de euros para el ayuntamiento de Málaga, la zona se llenaría con cuatro rascacielos para vivienda, un hotel, cuatro torres con espacios comerciales, equipamiento público y apenas un parque en menos de la mitad del terreno.
Los barrios donde se encuentra el terreno, se encuentran entre los de mayor densidad de población en toda Europa, y ambos cuentan apenas con 2 metros cuadrados de áreas verdes por habitante.
Esto es muy inferior a los 10 metros cuadrados que se requieren para que la población tenga salud, y estaba por reducirse aún mas.
Pero el plan estaba en marcha y parecía nada podía pararlo.
Y llegó la crisis
Fue entonces cuando estalló la crisis de 2008, que causó estragos en la economía de medio planeta y que tuvo en España una de sus principales víctimas.
Pero dentro de todo lo malo, para Málaga hubo algo positivo. Ni el ayuntamiento ni los bancos pudieron conseguir los fondos millonarios para el proyecto y este quedó en suspenso.
Sin que nada pasara durante cuatro años, los malagueños por fin empezaron a expresar lo que querían para su ciudad, mas espacios verdes.
Es así como en 2016 empezaron a impulsar el proyecto Bosque Urbano Málaga y a exigir que el terreno fuera restituido a la naturaleza, en favor del desarrollo sostenible, el medio ambiente y la salud de los ciudadanos.
La propuesta, encabezada por Javier López y Ana Ferrer, fue juntando fuerza a través de Change.org, pero los grupos políticos apenas cedían en parte, aceptando incrementar el área verde, pero sin abandonar las pretensiones inmobiliarias.
El inesperado triunfo
Mientras mas de cuarenta organizaciones incluyendo a pequeños comerciantes apoyaban al bosque, algunos partidos políticos empezaron a sumarse al proyecto.
Pero el Partido Popular, quien encabeza el ayuntamiento y su mas cercano aliado, Ciudadanos, no querían saber nada del proyecto Bosque Urbano Málaga.
Jugando con los tiempos electorales, dejaron plantados a los activistas en mas de una ocasión, y además bloquearon con sus votos la posibilidad de una consulta popular.
Cuando parecía que nada podía con la oposición de estos partidos al proyecto de desarrollo sustentable, llegó la reunión del pleno del ayuntamiento del 30 de marzo de 2019.
Ahí, el cuarto punto a discutirse era “la redacción y ejecución de un proyecto para la creación de un Bosque Urbano mediterráneo de 177.000 m2 en los antiguos terrenos de Repsol, que sirva de pulmón verde para la ciudad”.
Dos de los 16 concejales que se oponían al Bosque Urbano Málaga se ausentaron, y gracias a ello quienes votaron por el proyecto verde fueron mayoría por 15-14.
Así se da paso a la creación del Bosque Urbano Málaga, que esperamos dentro de poco tiempo pueda ser la nueva opción de turismo sostenible en Andalucía.
Pero el voto del ayuntamiento no significa cantar victoria, hasta que no se comience formalmente con la construcción.
“El bosque urbano se aprobó en Pleno municipal el pasado mes de marzo. El objetivo ahora es conseguir que el equipo de Gobierno local lleve a efecto el acuerdo del Pleno, dado que no siempre es así. Para ello es fundamental la movilización ciudadana”, dicen los promotores del proyecto en su cuenta de Facebook.
¿Cómo será el Bosque Urbano Málaga?
De acuerdo al proyecto, el bosque será compuesto de especies de flora autóctonas mediterráneas, adaptadas al clima de Málaga.
Estas son encinas, algarrobos, olivos y pinos carrascos, entre otras.
El bosque tendrá mínima presencia arquitectónica, colocando solo el mobiliario básico para ser accesible, como lo son luminarias, bancos y botes de basura.
Todo lo que se construya será hecho con materiales ecológicos.
Los caminos y sendas para peatones y ciclistas, no estarán hechos de concreto como se da en los parques como el bosque de Chapultepec, sino de tierra compacta.
También se reservará una zona para beneficio de la comunidad con la creación de huertos urbanos y áreas destinadas a árboles frutales, tal y como ocurre con el Ecoducto Río de La Piedad.
Una vez concluido será para Málaga, en cuya provincia existen estas rutas de senderismo, lo que el Central Park es para Nueva York o el Hyde Park para Londres.
¿Te gustaría conocer este bosque?
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