Finalmente, el piloto se inclinó hacia la pista y aterrizó, rodando hacia la asamblea que volvió a llamar la atención. El general británico que todos esperaban salió de la puerta del avión y bajó las escaleras con entusiasmo. Los oficiales reconocieron inmediatamente la diminuta estatura del hombre, la característica boina, el pulcro bigote que colgaba bajo una nariz afilada y la frente siempre arrugada como si estuviera mirando al sol. Bernard Law Montgomery. Monty .
“Buenos días, caballeros”, dijo el general, devolviendo un saludo. “¿Dónde está Foley?”
James, un actor de antes de la guerra, recrea su personificación de Montgomery llegando a Gibraltar para una película de 1958. (TCD/Prod. DB/Alamy Stock Photo)
Un comandante del ejército británico, Frank Foley, se adelantó y los dos hombres charlaron brevemente antes de salir en un coche de personal tripulado por un conductor y una escolta armada. Se dirigieron a la casa del gobernador de Gibraltar, saludando en el camino a los que reconocieron los colores que revoloteaban del bastón del coche. “Bueno, Foley”, comentó el general, mirando a su alrededor con un aire de familiaridad. “No ha cambiado mucho desde la última vez que estuve aquí.”
En la Casa de Gobierno, Foley llevó a su huésped a una gran habitación con una mesa ya preparada para el desayuno. La afición de Montgomery por los desayunos suntuosos -incluso cuando operó en los desiertos del norte de África en los dos años anteriores- le había precedido. Foley cerró la puerta, se dio vuelta y dejó salir un largo y dramático suspiro. “¡Dios, qué maravilloso espectáculo!” dijo. “¡No lo hubiera creído! Espera a que el gobernador te vea. Le hará cosquillas hasta la muerte”.
Unos minutos más tarde, cuando Foley salió de la habitación y lo dejó solo, el famoso general se convirtió de nuevo en un teniente que nadie conocía, por el momento, de todos modos.
UNA PARTE ESENCIAL DE LA PLANIFICACIÓN para la invasión Aliada de Normandía fue la creación de una elaborada campaña de engaño dirigida a engañar a los alemanes sobre la ubicación y el momento del ataque. Cuando, a fines de 1943, Montgomery, de 56 años, fue nombrado comandante de las fuerzas aliadas bajo el mando del general americano Dwight D. Eisenhower, surgió la posibilidad de un nuevo componente especializado de la campaña de engaño. Montgomery, que había dirigido con éxito el Ei británico…
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