Bendecir significa desear y querer incondicionalmente -totalmente y sin reserva alguna- el bien ilimitado, para los demás y para los acontecimientos de la vida, haciéndolo aflorar de las fuentes más profundas y más íntimas de nuestro Ser.
Al despertar, bendigamos nuestro día.
Bendecir significa reconocer el bien infinito que forma parte integrante del universo, ese que espera de nuestra señal para manifestarse.
Al cruzarnos con la gente por la calle, en nuestro lugar de trabajo, bendigamos a todo aquel que se cruce en nuestro camino.
La paz de la bendición será la compañera de nuestro camino y el aura de su discreto perfume será una luz en nuestro itinerario.
Bendecir significa desear y querer incondicionalmente, totalmente y sin reserva alguna el bien ilimitado para los demás y para los acontecimientos de la vida, haciéndolos aflorar de las fuentes mas profundas y más íntimas de nuestro ser.
Esto significa venerar y considerar con total admiración lo que es siempre un don del Creador, sean cuales fueren las apariencias.
Quien sea afectado por nuestra bendición es un ser privilegiado.
Bendecir significa invocar la protección divina sobre alguien o sobre algo, pensar en él con profundo reconocimiento y llamar la felicidad para que venga a él.
Bendecir significa reconocer una belleza omnipresente, oculta a los ojos materiales.
Es activar la ley universal de la atracción que, desde el fondo del universo, traerá a nuestras vidas lo que necesitamos exactamente en el momento presente para crecer, avanzar y llenar nuestras vidas de alegría y felicidad.
Y por encima de todo, no nos olvidemos de bendecir a esa persona maravillosa, absolutamente bella en su verdadera naturaleza y tan digna de amor, que somos nosotros mismos.
Que esta sea una semana repleta de bendiciones para ti
PAOLA ANDREA LONDOÑO MORENO
Terapeuta de Reiki
@Ateneareiki
Inspirado en el libro "El arte de Bendecir" Pierre Pradervand