Los seres humanos, viven, en su gran mayoría, con la limitación de sus cinco sentidos. Sin embargo, hay quienes saben que lo que escuchamos, vemos, sentimos, olemos o gustamos no es todo lo que hay para percibir.
El mundo que nos rodea es mucho más amplio y la información que nos brindan los sentidos es incompleta. De hecho, se dice que percibimos solamente un 1% de lo que existe.
Antiguamente, era más habitual encontrar personas capaces de percibir el futuro, debido a que el hombre vivía en un estado de armonía con el entorno, además de estar más cerca de sus contenidos inconscientes.
Sin embargo, nuestra alma sigue siendo capaz de avizorar el porvenir, sólo es necesario obtener claridad espiritual para recuperar ese poder.
Desarrollar la capacidad para ver el futuro
El primer paso consiste en determinar si estás preparado/a para captar los datos que nos provee nuestro sexto sentido. Para eso te invito a que sigas los pasos de este sencillo ritual:
Arma un altar donde desarrollar tus rituales, a fin de que te sirva para toda la semana
El altar puede ser una mesa común o ratona cubierta con un mantel blanco
Coloca un candelabro de tres o siete bocas, con velas blancas
En una de las esquinas, coloca un portaincienso, que deberás reponer cada vez, con inciensos de lavanda (la lavanda es muy beneficiosa para alcanzar estados de meditación)
Frente al candelabro, coloca una BibliaTodas las madrugadas, ubicate cómodamente frente al altar, respira hondo tres veces, exhalando el aire por la boca. Luego enciende las velas y el incienso.
Pon tu mano izquierda sobre la Biblia y medita. La meditación-debe girar sobre los temas citados a continuación:
El deseo: para qué quiero conocer el futuro o lo que está sucediendo fuera del alcance de mi percepción habitual ¿Es para obtener un beneficio personal? ¿Para satisfacer mi curiosidad? ¿O es para modificar mi presente? Respuesta: Quiero conocer el futuro para ayudarme y ayudar a los demás. No tengo curiosidad, sino, fuertes deseos de lograr mi propio bienestar y el de las personas de mi entorno a las que pueda ayudar.
La verdad: Si estoy dispuesto/a a aceptar la verdad por mas difícil que ésta sea ¿puedo soportar el peso de una cruda visión sin contarla, porque esto perjudicaría a otros? Respuesta: Puedo aceptar lo que vea, sea como sea, no me impresionaré, no tendré miedo, no correré a contarlo si eso puede perjudicar a otras personas que no están preparadas como yo para aceptarlo.
La confesión: ¿Soy alguien que mayoritariamente elige el bien? ¿Quiero ayudar a los demás? Respuesta: Soy una persona que en su libre albedrío, elige el camino del bien la mayoría de las veces. No pienso recibir la información para mí mismo solamente., sino para los demás, para guiarlos y para beneficiarlos, si es que esa información lo permite.
La fortaleza: ¿Soy capaz de saber cosas en las cuales no puedo interferir? Respuesta: Estoy dispuesto a saber cosas que pueden ser terribles, pero en las cuales no puedo interferir, sino que debo callar y dejar que sucedan.
El juicio: ¿Puedo lograr no juzgar a otros? Respuesta: Me comprometo a aceptar la información que reciba, sin juzgar si es mala o buena; poca o abundante; moral o inmoral. Aceptaré lo que sea sin emitir juicio.
Después de estos siete días de rituales y meditaciones, sabrás si estás preparado/a para utilizar el canal de conexión que Dios te ha dado.
Establecer contacto
Al conectarte con su capacidad para adivinar el futuro puede venir sin que uno lo requiera, pero si te preparas para recibirla, tendrás una visión mucho más completa.
Algunas personas utilizan las cartas para ayudarse, otras elementos como las runas, bolas de cristal, caracoles, péndulos, líneas de la mano, borra del café, etc. Pero la realidad es que sólo tu, en un estado de relajación y felicidad, eres el "elemento" necesario para la conexión.
Si quieres, puedes ayudarte mirando a los ojos de quien quieres ayudar, tomar sus manos, escribir su nombre sobre un papel o concentrarte en su fotografía. Las imágenes y los mensajes vendrán a ti quizás en forma desordenada y deberás tener el suficiente criterio como para interpretar lo que "ves".
Muchas veces, existirán obstáculos que te impedirán la conexión. Si esto sucede, no te exijas, deja el contacto para otro momento. La información se recibe del Universo y no hace falta ser sabio, astuto ni inteligente para acceder a ella, sino estar en un estado de calma y alta concentración. Si vieras desgracias, muertes, accidentes o situaciones similares, ten cuidado, porque pueden ser enlaces con información negativa que te alcanzan seres oscuros.
Recuerda que la conexión sólo se logra en un estado de alegría y felicidad, y solamente desde allí verás los mensajes correctos.
Para convertirte en un canal hacia otra persona, debes amarla, respetarla; por eso es muy importante que comiences tus primeros pasos dentro del núcleo familiar o de amistades muy cercanas.
Entrenando el "sexto sentido"
Como mencionamos anteriormente, el "sexto sentido" nos facilita, una conexión con algo mayor que aquello que los sentido físicos pueden percibir:
Desde el nacimiento y hasta los 5 o 6 años, todos los niños experimentan percepciones extrasensoriales: saben que lugares se encuentran armónicos y en cuáles hay energías en conflicto. Los niños suelen ver espíritus y conversar con ellos hasta que son convecidos por los adultos de dejar atrás esas "fantasías".
La educación escolar introduce a los niños en el pensamiento racional. Más adelante, las preocupaciones de la vida terminan por eliminar los recuerdos de esas percepciones extraordinarias.
Todo esto hace que nuestro sexto sentido se cierre y que no podamos observar nada más que una pequeña parte de la realidad.
Los científicos han estado estudiando los fenómenos paranormales relacionados con el sexto sentido, tales como la telepatía, la clarividencia y la precognición.
Los resultados sugieren, en el cuerpo y la mente de los seres humanos, existen formas de obtener información diferentes de la que los sentidos físicos. Otro aspecto del sexto sentido es la comunicación con los espíritus desencarnados, es decir con los fallecidos.
Es posible que el estudio científico del sexto sentido revolución nuestra comprensión del universo y tenga aplicaciones radicalmente nuevas.
Por ejemplo, la curación, ya que nuestro sexto sentido podría tener la capacidad de viajar hacia atrás en el tiempo e influir sobre la situación actual a través del pasado, es decir, poder realizar algún tipo de cambio en el pasado que luego sea sentido en el presente.
El sexto sentido es una forma de percepción parapsicológica que capta las experiencias que trascienden las fronteras normales del espacio y tiempo.
El sexto sentido existe en nosotros como un potencial, es decir, podemos desarrollarlo y ejercitarlo. Desarrollar la intuición es similar a desarrollar los músculos: si no los ejercitamos, se atrofian. Por fortuna, las tradiciones esotéricas son prácticas muy ricas, sencillas y al alcance de todos.
Armar un álbum y llevar un diario: Todos hemos tenido algún tipo de experiencia que no pudimos explicar, todos hemos tenido contacto con el sexto sentido.
Algunos no lo pueden recordar debido a los miedos provocados por las supersticiones o a los bloqueos impuestos por la actividad demasiado racional de las mentes.
El primer paso para desarrollar nuestro sexto sentido consiste en hacer una recapitulación de las veces que hemos experimentado percepciones paranormales. También se recomienda practicar la observación de nuestras reacciones emocionales, es decir, registrar el detalle de las situaciones que nos causan miedo, alegría, tristeza, ira, disgusto, sorpresa y desprecio, incluso, de aquellas que experimentamos en nuestros sueños. Para ello, es muy útil llevar un diario personal. Volvernos más conscientes de nuestras emociones nos volverá más intuitivos.
Practicar meditación, relajación y el estímulo de la conciencia sensorial: Para intuir, es necesario acostumbrarnos a estar en silencio y en paz con nosotros mismos. El silencio interno incrementa nuestra capacidad de percibir, mientras que el exceso de pensamientos, sobre todo, de aquellos relacionados con los deseos y la angustia, la disminuyen.
Para desarrollar nuestro sexto sentido, debemos aprender a crear una cortina mental de silencio como protección ante el embate de lo desconocido.
Con los ojos cerrados y en estado de relajación, debemos concentrarnos en prestar atención consciente a las impresiones que recibimos a través del oído y el olfato, y relacionarlas con nuestras sensaciones internas.
Practicar a menudo este ejercicio desarrolla nuestras capacidades intuitivas, ya que, en la vida diaria, el sentido de la vista domina sobre los demás. Al concentrarnos en el oído y el olfato, ampliamos nuestras capacidades perceptivas.
La técnica del cuadrado: Esta técnica sigue los siguientes pasos:
Primero debemos pedirle a alguien que escriba varias preguntas en diferentes hojas de papel y elegir una al azar, sin mirar lo que dice.
Después, debemos dibujar un cuadrado, cerrar los ojos y enfocar nuestra mente en cada una de las esquinas del cuadrado, empezando por la esquina superior derecha y siguiendo un orden inverso al sentido de las agujas del reloj.
Las visualizaciones y sentimientos que se producen cuando enfocamos nuestra mente en la primera esquina, corresponden a la situación presente relacionada con la pregunta elegida.
La segunda esquina proporciona datos acerca del pasado inmediato. La tercera desarrolla las fuentes más antiguas de la situación. La cuarta produce datos acerca de los cambios futuros.
Luego, debe leerse la pregunta e interpretar las percepciones en función de ella.