Dios los crea y ellos se juntan. El poder de la atracción, los afines terminan encontrándose.
¿Cuál es la idea mas importante que te llevas del Máster de Emprendedores?
Aquella pregunta resonó en mis fueros internos y disparó una respuesta simple, pero a la vez, muy clarificadora y honesta. “Tirarme a la piscina, que cuando tienes una idea, lo primero es venderla, enseñarla, hablar de ella con los demás y si consigues seducir a alguien entonces te pones a desarrollarla”.
Mi amigo me miró con un poco de sorpresa, como si algo no le hubiera quedado del todo claro. Entonces, un hombre que estaba mirando libros de la misma temática, se acercó a nosotros y nos dijo: “Tienes toda la razón, yo lo he probado al pie de la letra y puedo atestiguar que funciona”.
En los siguientes 90 minutos nos estuvo contando como había sido el proceso de venderle a una ONG un proyecto para ayudar a la sociedad, o mejor dicho, a la parte mas desfavorecida de ella. Sin embargo, no quiero desviarme del tema de esta reflexión, que no son las desigualdades existentes en el mundo, sino en el hecho de que cuando vibras de una forma determinada (pensamientos de emprendimiento, de responsabilidad, de aceptar que soy protagonista en la creación de la vida que estoy viviendo), entonces empiezan a aparecer personas con una forma de pensar y ver el mundo parecida.
¿Qué tiene de verdad la Ley de la Atracción?
Allá por el 2009 oí hablar de esta ley y precisamente fue el amigo con el que estaba ayer quien me la presentó. En aquel momento mi EGO se negó de forma rotunda a aceptarlo como una verdad, sin embargo, leí sobre el tema porque en el fondo era una forma de ver y entender la vida que me resultaba seductora.
Un par de años después llegué a comprarme un libro titulado “El Dinero y la Ley de la Atracción de Esther y Jerry Hicks“. La palabra “dinero” tira mucho y yo no me consideraba una excepción. Este libro propone muchas herramientas para aplicar la Ley de la Atracción a diferentes aspectos de la vida, dinero, bienestar físico, salud, trabajo,…
Hay una idea que he podido comprobar que funciona cuando la pones en práctica. Me refiero al principio que dice:
Yo soy quien atrae todas mis experiencias, lo que incluye a las personas que pasan por mi vida
El el transcurso de tiempo que fue desde 2001 a 2014 apenas conocí a personas con el deseo de ir en pos de sus sueños. Seres humanos proactivos que consideraran que ellos mismos eran quienes creasen las circunstancias de su vida. Como dice Stephen Covey en “Los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva”, personas que tienen su propio clima y que nunca se quejan cuando hace frio, cuando hace calor o cuando llueve.
Sin embargo, comencé el Máster en Noviembre de 2014 y desde entonces he conocido a mas de 50 emprendedores o personas con deseos reales y sinceros de tomar el mando de su vida. ¿Tendrá algo que ver el postulado esencial de La Ley de la Atracción?. Si no sabes de que te estoy hablando, no te preocupes porque a continuación te lo describo con las palabras empleadas por el matrimonio Hicks.
Todo objeto atrae lo que se asemeja a él
Así que la conclusión a la que llego y que me gustaría compartir contigo es que nuestra misión en la vida es convertirnos en aquello que deseamos atraer a nuestra vida. Si te gusta estar con personas vitalistas, entonces tendrás que poner en marcha tu motor vital. Si buscas luz y ganas de vivir en tu entorno, primero tendrás que brillar y desarrollar el hábito de levantarte cada mañana con el deseo de devorar cada instante del día. Por contra, si te estás quejando una y otra vez entonces verás como a tu vida no paran de llegar personas cínicas, quejosas y con mentalidad de escasez.
Lo bueno es que tu vida es tuya, eres el dueñ@ de tus pensamientos, en esencia tienes la capacidad de elegir como responder ante cualquier estímulo que se presente ante tus ojos, que recorra cada capilar de tu piel, que vibre en cada milímetro de tu tímpano. Eres el capital de tu destino, el dueño de tu corazón.