Hace unos días los medios de comunicación nos sorprendieron con la noticia de que un grupo de investigadores afirmaban que unos restos óseos localizados en el Convento de las Trinitarias de Madrid podrían pertenecer al escritor español más famoso de todos los tiempos, don Miguel de Cervantes Saavedra.
Los trabajos arqueológicos que han sacado a la luz este impresionante descubrimiento comenzaron hace ya casi un año. En la primavera del 2014 un amplio equipo de investigadores españoles dirigidos por el forense Francisco Etxebarria comenzó una serie de trabajos de localización y excavación que, en principio, han dado como resultado la supuesta localización de los restos del escritor y su esposa, doña Catalina de Salazar.
Los fragmentos de los esqueletos se han localizado bajo el suelo de la cripta de uno de los conventos más antiguos y conocidos de Madrid, el de las Trinitarias Descalzas. Los fragmentos encontrados -mandíbulas y huesos de las caderas fundamentalmente - se encuentran bastante deteriorados pero, según los expertos, hay datos suficientes para conjeturar que una parte de ellos pertenecerían al insigne autor de Don Quijote de la Mancha.
Según la documentación histórica, poco antes de su muerte Cervantes habría ingresado en la Tercera Orden Regular de San Francisco de Asís, una rama laica de los Franciscanos a la que accedían aquellas personas que, por un motivo u otro, no podían ser hermanos de pleno derecho de la Orden. La pertenencia a los terciarios permitió que el cuerpo de Cervantes fuera enterrado en la Iglesia de San Ildefonso del Convento de las Descalzas el 23 de abril de 1616. Según los historiadores y expertos del proyecto de excavación, los restos de Cervantes nunca habrían abandonado el recinto de este céntrico edificio religioso.
Según sus propias palabras, Etxebarria - el Director del proyecto - se muestra esperanzado pero con prudencia ya que no se ha realizado la prueba del ADN que permitiría confirmar el hallazgo al cien por cien.