Ponte calzado cómodo para visitarla, como puedes ver en las fotos su suelo es muy empedrado y hay zonas con mucha pendiente donde incluso han improvisado una barandilla para poder sujetarte bien y no caerte.
Saint Emilion está lleno de restaurantes ofreciéndonos la gastronomía del lugar, de momento nosotros nos conformamos con unas sabrosas crepes, ¡Para chuparse los dedos! eso si, bastante carillo, así que paseamos unas horas por la zona, y finalmente decidimos ir a comer a Livourne, a unos 10 minutos desde allí y donde encontrarás restaurantes mucho mas económicos.
Bonitas fachadas, enormes y pintorescos ventanales, puertas de madera, calles empedradas, una torre que aparece y una iglesia que preside el pueblo, describen el lugar, un lugar característico también por sus riquísimos Macarrons y rodeados por hectáreas de parras verdes a punto de dar uva.
No te vayas de allí sin que tus pequeños prueben bien las crepes o bien los famosos macarrons, están riquísimos. Este lugar merece mucho la pena, así que si cuentas con unos días, te aconsejaría disfrutar de lo que ofrece Burdeos, Saint Emilión y el Parque Gran Bournet del que ya os hablé anteriormente ¿Qué te parecen estos tres destinos para pasar un bonito puente?
Lo bueno de estos pueblos es que no necesitas que sea verano para disfrutar de
ellos, yo he estado ya en varias ocasiones, una en diciembre y otra en verano y los he disfrutado mucho, quizás con el añadido de que en diciembre siempre está todo mas bonito por la llegada de la Navidad. Así que ya sabes, si este puente de diciembre te apetece mas pueblito que ciudad ésta es una opción que no puedes dejar escapar.
¿Os he dicho que llevéis calzado cómodo verdad?