Desarrollar la creatividad

Ser creativos sirve para vivir mejor y enfrentar de forma adecuada las exigencias de la vida. Estas


prácticas te ayudarán a conseguirlo.Vivimos en una cultura de masas. Esto significa que desde niños, somos bombardeados por información que va modelando nuestra forma de sentir, de pensar y de actuar.
Así es que los medios de comunicación, la publicidad e, incluso, la escuela nos transforman en uno más y, en ese contexto, resulta difícil dar una respuesta creativa e innovadora, a los pequeños o a los grandes problemas que la vida nos presenta.
La creatividad es la capacidad de hallar una solución original y práctica a un problema dado. No es patrimonio de nadie: ni de artistas, ni de intelectuales, ni de empresarios exitosos.
Por el contrario, todos podemos desarrollar este maravilloso don y aplicarlo a mejorar nuestra vida de cada día, sea para cosas importantes o en detalles que nos permiten vivir de forma más cómoda y próspera.
Nuestra pretensión, entonces, es ayudarlo a incentivar su propia creatividad, ya que, alguien creativo no tiene la felicidad asegurada, pero posee las herramientas para alcanzarla.
La creatividad, una práctica
Todos nacemos, creativos, pero esa capacidad puede estimularse, o bien, dejarse inactiva. Los caminos para el estímulo son múltiples, por ejemplo; interactuando con personas o entornos creativos, proponiéndose retos y, sobre todo practicando.
A continuación, encontrarás varios ejercicios que despiertan la creatividad. Puedes aplicarlos a cuestiones intelectuales, como por ejemplo, diseñar un proyecto, negocio o tarea, o bien, usarlo para resolver un problema cotidiano, como negociar una aumento de sueldo, una compra, una decisión de pareja; o usarlos, simplemente, para pensar sobre diferentes cuestiones, escribir, etc.
1 Mapas mentales, asociación de ideas
El cerebro humano trabaja de forma asociativa, esto significa que la mente humana funciona comparando, integrando y sintetizando toda la información, al mismo tiempo que la recibe o que piensa en otra cosa. En esto se basan los llamados mapas mentales, desarrollados por Tony Buzan, que son un método efectivo para tomar notas y muy útiles para la generación de ideas por asociación.
¿Cómo utilizar un mapa mental? Procede de la siguiente forma:

Toma una hoja de papel
Escribe una palabra o dibujo, en el centro de la misma, el problema o asunto a resolver
Los principales temas relacionados con él se irradian desde esta palabra o imagen central hacia todos lados en forma ramificada, como si fueran las ramas de un árbol
A su vez, de esos teas, uno puede hacer partir otras palabras clave o imágenes que debemos trazar con líneas, círculos, cuadrados, listados, etc. Todo sin pensar, de forma automática pero clara.
El mapa, por lo tanto, puede tener la extensión que uno desee y mayor o menor complejidad. Además se puede enriquecer con colores, imágenes, códigos, dimensiones o cualquier otro añadido. ¡Se trata, precisamente, de ser creativos!2 Crear en sueños, inconsciente sale a la luz

Con esta sencilla técnica, se intenta aprovechar el poder creativo del sueño. Numerosos científicos y poetas han recalcado continuamente esta posibilidad.
En el sueño o en los momentos de sopor, es mayor la probabilidad para que las imágenes que aparecen se traduzcan en ideas originales. En esos momentos, el inconsciente se manifiesta con más facilidad, pues los bloqueos desaparecen y las ensoñaciones pueden ser el principio de la solución.
Para que esta técnica resulte, hay que hacer un pequeño ejercicio de relajación antes de acostarse, incluso tomar un baño de inmersión previo a cenar liviano.
Habrá que tener a mano lápiz y papel y relajar cada parte del cuerpo e intentar, a la vez que la mente quede en blanco, vacía de toda idea que interfiera con el objetivo que nos proponemos.
El objetivo es anotar los sueños de forma inmediata: imágenes o asociaciones que nos lleguen a la mente antes de dormirnos, así como antes de despertar por completo. Estas anotaciones deben dejarse descansar un par de días, antes de releerlas y analizar si aportan una solución creativa al asunto que nos ocupa.3 Provocación, el problema al revés
La provocación es una técnica que propone eliminar, del pensamiento, los patrones establecidos que se utilizan para solucionar problemas.
Se propone construir pensamientos deliberadamente absurdos y, por eso, se llaman "provocaciones"
Los pensamientos necesitan ser absurdos para dar una sacudida eléctrica a nuestra mente y, así, conseguir que piense de una manera distinta de como lo haces habitualmente, ya que esa forma establecida de pensar es la que nos impide tener ideas creativas.

Esta técnica es muy útil cuando alguien está bloqueado frente a un problema que no parece tener solución, dado que facilita el surgimiento de ideas nuevas y realmente originales.
Por ejemplo, imagina el pensamiento "las casas no deben tener techo".¡Esto no sería normalmente una buena idea! Sin embargo, este concepto ha conducido a idear casas con azoteas que, por ejemplo, pueden abrirse en determinadas épocas del año, con techo corredizo, que son de vidrio traslúcido y puede verse el cielo, etc.
Este método sirve para generar nuevos conceptos, por mucho que, al principio, puedan parecer sin sentido o extraños.4 Método 6-3-5, una búsqueda grupal
Ésta es una variante del método conocidos como catarata de ideas, en el que, a partir de una consigna dada, como por ejemplo mejorar la limpieza de nuestro barrio, un grupo de personas dice, una tras otra, todas las ideas que se le ocurren al respecto.

Este método debe ser realizado por un grupo de 6 personas. Éstas se reunen alrededor de una mesa, se les da una hoja en blanco- o se hace oralmente y alguien es el encargado de anotar- y se abocan a decir la mayor cantidad de ideas sobre un tema o problema.
Si se hace por escrito, una forma sencilla de llevarlo a cabo es que cada participante escriba 3 ideas, de manera concisa y breve, ya que sólo dispone de 5 minutos para hacerlo.
Una vez transcurrido este tiempo, cada uno pasará su hoja al compañero que tiene a su lado y repetirá el proceso. El participante escribirá las suyas después de haber leído las ideas de los participantes anteriores, ya que le servirán como fuente de inspiración.
Al completar el ciclo de 6 intervenciones de 5 minutos, en el que se habrán hecho circular todas las hojas ordenadamente, se podrá disponer de 18 ideas en cada hoja, lo que hace un total de 108 ideas nuevas en sólo media hora.
Habrá algunas repetidas y unas cuantas sin sentido, pero además de resultar una técnica entretenida, suele dar un resultado espectacular.