HISTORIA
Hay importantes vestigios arqueológicos que comprueban la presencia humana en esta zona desde el Neolítico. Así, en la zona de Alcalar, parroquia de Mexilhoeira Grande, hay una importante necrópolis neolítica, de la cual resta solamente una parte, el monumento “número 7” compuesto por una cámara circular de placas de esquisto, al que se accede por un pasillo, ejemplo de monumentos idénticos que se encuentran en toda la Europa occidental, principalmente en Irlanda. Muy cerca de esta zona, a 1 kilómetro y medio, hay otra necrópolis en Monte Canelas. Otro vestigio muy importante es una estación arqueológica romana con varias salas y que data de la época de la Romanización. Ésta se encuentra cerca del pueblo de Figueira, zona de Abicada, en la confluencia de dos riberas. También a unos siete kilómetros, en la zona de Coca Maravilhas, fue descubierta una cisterna de este periodo y que se presenta muy bien conservada. Además, en el río Arade se encontraron diversos hallazgos arqueológicos, incluyendo monedas de oro. Bajo el reinado del rey D. Afonso V (1463) nace Vila Nova de Portimão, rápidamente promovida por el transporte marítimo de la costa africana. El terremoto de 1755 interrumpe la vida y la economía de la tierra, que solo puede comenzar a recuperarse a finales del siglo XVIII, con el desarrollo del comercio de las nueces (nueces, almendras e higos), del pescado y de la industria conservera.
El 11 de diciembre de 1924 la “Vila Nova de Portimão” cambia de estado y pasa a ciudad de Portimão por el entonces Presidente de la República, Manuel Teixeira Gomes, un hijo nativo. Portimão ha crecido dando un mayor énfasis a las actividades marítimas, a la industria de conservas y a la construcción de buques. Pero no dejó de lado la cultura de la sal, el comercio de productos rurales, tales como algarrobas, higos y almendras, y las industrias de la madera y del corcho. Después de la subida y la caída de la industria conservera en las décadas de 60 y 70, la ciudad se desarrolló como destino turístico y cuenta con una amplia gama de hoteles, restaurantes y tiendas. Así, desde mediados del siglo XX, la ciudad de Portimão se ha caracterizado por el crecimiento del turismo, que fue una contribución importante para el desarrollo de la provincia y de su economía y que sigue siendo hoy en día. Se convirtió en un popular destino de vacaciones debido, principalmente, a sus playas (Rocha, Vau y Alvor) y también es considerada una ciudad de referencia para los amantes de la pesca y de los deportes motorizados.
QUE VISITAR
Al igual que con tantas otras villas del país, Portimão perdió casi todo su patrimonio en el terremoto de 1755, por lo que no no hay grandes monumentos anteriores a esta fecha.
Igreja de Nossa Senhora da Conceição (Iglesia de nuestra señora de la Concepción ), edificada en el siglo XV conserva un pórtico manuelino y que impresiona más por su interior azulejado que por su fachada.
Puerto y paseo marítimo
La personalidad de Portimão está sobre todo en su paseo marítimo con cafés y terrazas con sombra a lo largo de las calles Largo do Duque y Praça Visconde de Bivar. En esta zona se puede contratar paseos en bote por el rio Arides hasta Silves.
Murales de azulejos del Jardim 1º de Dezembro, donde se representa la historia de Portugal
Igreja do Colégio dos Jesuitas: con su imponente fachada, mandado edificar por el hidalgo Diogo Gonçálves durante finales del siglo XVII.
Museo de Portimão, excelente rehabilitación de una antigua fábrica de conservas merecedora del premio Museo del año del Consejo de Europa en 2010. En él se homenajea a un pueblo y a una ciudad que, durante siglos, vivieron exclusivamente mirando al mar.
Playa da Rocha:
Situada a tres kilómetros es de arena fina y blanca, salpicada por las formaciones rocosas y acantilados de tonos rojizos que caracterizan a esta zona del Algarve.
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