La Iglesia de estilo gótico-mudéjar (S. XV), modificada en estilo barroco en el Siglo XVIII, destacar el Cristo de la Salud, el Señor de Écija.
Fundación
La iglesia parroquial de San Gil Abad fue, junto a la de Santiago, una de las que se fundaron en el siglo XV, concretamente en 1479. Corresponde al tipo de iglesia gótico-mudéjar, de tres naves, cubiertas por armaduras de madera, enmascaradas a lo largo de las reformas que sufrió el edificio en los siglos XVII y XVIII.
Iglesia
La iglesia consta de tres naves con capillas adosadas, destacando en el muro del Evangelio la Capilla Sacramental y la Capilla de ánimas. Cuenta con dos portadas de acceso y torre situada a los pies de la iglesia, junto a la nave del Evangelio.
Planta de cruz latina de tres naves separadas por arcos apuntados sobre pilares, cubiertas por bóvedas de aristas y cúpula sobre pechinas en el crucero. A los pies de la nave central se sitúa la tribuna para el órgano. Tras la restauración, llevada a cabo entre 1995-1999, se desmanteló el coro, trasladándose su sillería y retablo de trascoro a una sala interior.
Capilla Sacramental
Realizada en la segunda mitad del siglo XVIII, consta de una nave con crucero y camarín, donde se venera la imagen del Santísimo Cristo de la Salud. La nave se cubre con bóveda de cañón y lunetos y media naranja sobre pechinas en el crucero, cuyos extremos se cubren con exedras aveneradas.
Torre
Situada a los pies de la nave del Evangelio, fue muy afectada por el terremoto de 1684, sufriendo sucesivas reparaciones en la primera mitad del siglo XVIII. En 1775 se decidió derribar la antigua torre y construir una nueva. Las obras fueron supervisadas por el arquitecto Antonio de Figueroa, encargándose de su construcción el Maestro alarife Antonio Caballero. Consta de un elevado fuste de obra latericia, en el que se abre un balcón en uno de sus frentes con profusa decoración de ladrillo tallado, alternándose con vanos circulares.
El primer cuerpo, denominado de campanas, consta de dos vanos de medio punto en cada uno de sus frentes, flanqueados por medias columnas abalaustradas, elevadas sobre pedestales. El segundo cuerpo se enmarca por una potente balaustrada pétrea, de cuyo centro emerge un cuerpo ochavado de cuatro vanos, enmarcados por columnas con capiteles compuestos. El tercer cuerpo queda delimitado por un antepecho mixtilíneo de mampostería, del que parte otro cuerpo ochavado y que repite el esquema compositivo de vanos del cuerpo inferior, con la particularidad de que estos son trilobulados y se enmarcan por estípites. El conjunto se remata por un cupulín bulboso sobre el que se alza una cruz de forja con veleta. La decoración del conjunto combina molduras y capiteles de ladrillo tallado, elementos decorativos pétreos, revocos pintados y cerámica azul vidriada. Esta última se centra en pedestales, balaustres, etípites, fajas, cupulín, etc., lo que crea un efecto polícromo muy interesante, junto con el enfoscado de los cuerpos superiores que lo diferencia claramente del fuste de ladrillo limpio.
Convento de la Santísima Trinidad y Concepción de Nuestra Señora (Las Marroquíes)
Su nombre no proviene del país del otro lado del estrecho sino del apellido de su fundadora. Concretamente a Francisca Marroquí, quien fundó el convento al que señala la torre. Fue declarado Bien de Interés Cultural mediante resolución de 7 de julio de 2008.
Fundación
Pertenece a la Comunidad de Concepcionistas Franciscanas, llamadas popularmente “Las Marroquíes” en recuerdo al apellido de su fundadora.
El 11 de noviembre de 1583, el Arzobispo D. Rodrigo de Castro, inicia el proceso de fundación en manos de las hermanas Marroquí. Pero no será hasta el 14 de julio de 1599 cuando se autorice definitivamente a Dª Francisca Marroquí y a sus sobrinas Luisa Marroquí y Ana Mendoza, con otras damas de la ciudad, a fundar un convento de monjas descalzas de la Limpia Concepción de Nuestra Señora, convento que contará a partir de esta fecha con la protección directa del cabildo astigitano.
Iglesia
La iglesia es de una sola nave, a la que se accede mediante una portada ubicada en el muro de la Epístola, situándose la espadaña en ángulo a los pies de la iglesia.
De una sola nave con presbiterio elevado sobre gradas y los coros alto y bajo a los pies. Se cubre mediante artesonado con decoración de lacería, que data de la época fundacional.
Cabe mencionar la decoración del conjunto con yeserías barrocas.
Portada
Realizada en ladrillo y enfoscada en almagra, parte de un gran vano central adintelado flanqueado por pares de pilastras cajeadas, sobre las que descansa el entablamento que sirve de base a un frontón curvo partido con remates piramidales terminados en bolas. En el centro tiene una hornacina de medio punto, que alberga una escultura de bulto redondo de la Inmaculada Concepción, flanqueada por pilastras lisas, rematándose el conjunto con un frontón triangular con acabados de bolas.
Espadaña
La torre es la más baja de las once torres. Realizada entre 1760 y 1760, responde a un tipo intermedio entre espadaña y torre. Cuenta con fuste de ladrillo de planta cuadrada, que se une al cuerpo de campanas triangular, mediante cuatro grandes pinjantes que sirven de apoyo a un friso moldurado con inscripción. Sobre éste, dos arcadas de medio punto, con sus campanas, flanqueadas por balaustres sobre pedestales, sobre los que se apoya un friso y cornisa de similares características al inferior.
El conjunto se corona con medios tímpanos curvos y un cupulín lobulado que sirve de base a una cruz de forja. Posee abundante decoración de ladrillo tallado y azulejería, el primero utilizado para los elementos sustentantes, cornisas, etc., y el segundo para antepecho, frisos, fajas, enjutas, tímpanos, cupulín, etc. Decoración que se ve acrecentada gracias al enfoscado en blanco que recorre sus paramentos
Convento de Santa Florentina
Fundación
Pertenece a la Orden de Religiosas Dominicas desde su fundación en 1461, avalada por damas de la familia de los Tordesillas y de la de Cuadros, quienes donaron la fundación y costearon la fábrica del templo. Se tiene por el más antiguo de Écija, y es uno de los primeros que existieron en Andalucía dentro de su Orden (dominica). La fábrica primitiva sería un edificio de estilo mudéjar, aunque actualmente predominan las estancias barrocas. De ese primer edificio se conserva una portada con arco apuntado y alfiz por la cual se accede al torno. Sucesivas reformas fueron enmascarando la antigua construcción, edificándose el claustro principal en el siglo XVII y labrándose de nuevo la iglesia a principios del siglo XVIII, al pertenecen la mayoría de las dependencias del convento, entre ellas la sacristía (1708), el refectorio, la iglesia (1714), la portada principal (1759) y el campanario.
Iglesia
La iglesia consta de una sola nave con presbiterio y coro alto y bajo a los pies, a la que se accede mediante una portada de cantería que se abre en el muro de la Epístola, situándose la espadaña en la confluencia de este muro con los pies de la iglesia.
Al igual que la mayoría de las iglesias de conventos femeninos, consta de una sola nave diferenciada del presbiterio, elevado sobre gradas, mediante un gran arco toral; la nave se cubre con armadura de madera a dos aguas, mientras que el presbiterio lo hace por cúpula de media naranja sobre pechinas. El retablo mayor barroco es de gran calidad artística. La composición arquitectónica se relaciona con el taller de Cristóbal de Guadix y la obra escultórica con el de Pedro Roldán.
Claustro
Se encuadra dentro de las construcciones realizadas en el siglo XVII. Es de planta cuadrada, con dos cuerpos y se encuentra porticado en sus cuatro frentes con arcos de medio punto sobre columnas toscanas. En las enjutas de los arcos del cuerpo inferior están enmarcada con decoración que evoca al antiguo álfiz y en la galería superior medias bolas vidriadas en azul.
Tanto la espadaña como el claustro han sido restaurados durante el 2004-2005 por el Ministerio de Educación y Cultura.
Portadas
La portada principal, en piedra blanca de Estepa, es estilo barroco, está enmarcada por pares de columnas con decoración de mascarones. Se articula en torno a un vano adintelado flanqueado por columnas pareadas sobre pedestales con capiteles compuestos, sobre los que descansa el entablamento, decorado con escudos y dos tondos con mediorrelieves de Santo Domingo y Santa Florentina, que flanquean un pinjante con una inscripción que contiene el año de 1759, fecha de su realización. El entablamento sirve de base a un frontón curvo partido del que emerge sinuosa una hornacina rematada por un entablamento ondulado con la imagen en mármol de Nuestra Señora del Rosario. Tanto del remate como de los lados del frontón partido emergen copetes que realzan su verticalidad. El frontón partido alberga una hornacina con la Virgen del Rosario, fechada en la cartela hacia 1759.
Espadaña
Según algunas investigaciones la espadaña podría haberse realizado en las obras llevadas a cabo en 1791, conjuntamente con el refectorio, siendo Priora Sor Josefa María Martel y Morales. Su planta es triangular achaflanada en la parte central, lo que le configura tres frentes. Consta de tres cuerpos, el inferior recuerda al fuste de una antigua torre, o espadaña de mayor envergadura, sobre el que se asienta el primer cuerpo de tres vanos; el central achaflanado, de medio punto y almohadillados con decoración en la clave central, enmarcados por pilastras. El tercer cuerpo consta de un frontón triangular de cuyo centro emerge un pequeño vano de medio punto, flanqueado por pilastras y rematado por un frontón triangular. La decoración del conjunto se realza con la utilización de fajas de azulejería y bolas, así como pináculos que dotan de gran esbeltez al conjunto.
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