Acueducto de Los Milagros
Este colosal acueducto forma parte de una conducción hidráulica que traía aguas procedentes del pantano de Proserpina o Charca de la Albuera a unos 12 km de la ciudad. Popularmente es conocida como “Los Milagros” por la admiración que causaba en lugareños y forasteros su estado de conservación a pesar de los avatares del tiempo. Y no es para menos, pues se conservan más de ochocientos metros de este acueducto, alguna de cuyas pilas de granito y ladrillo se alzan veintisiete metros por encima del terreno. Si observamos detenidamente el monumento nos daremos cuenta de un interesante detalle: el lugar por donde fluye el arroyo Albarregas se resalta en el acueducto con un bello arco de sillares de granito.En el extremo norte, al iniciarse el pequeño valle del Arroyo Albarregas, la conducción contó con una piscina para depurar las aguas (piscina limaria) y que servía a la vez de fuente. Según la vaguada se pronuncia, la altura de las pilas y el número de arquerías aumenta; todo ello para que la conducción hidráulica quedara suspendida a la cota necesaria para que el agua fluyese hacia la ciudad.
Parece que se erigió en un momento cercano a la fundación de la Colonia, si bien son evidentes en este acueducto varias reformas posteriores.
Puente Romano sobre el Albarregas
En este puente confluía tanto la vía principal que seccionaba la urbe de este a oeste, el Cardo maximo, como alguna otra vía perimetral que circundaba la ciudad desde el oeste. De él partía la calzada que llevaba a Astorga y que es conocida como Vía de la Plata, calzada que se conserva parcialmente en algunos tramos a unos tres kilómetros al norte de la ciudad, discurriendo casi paralela a la Carretera Nacional 630.El puente está compuesto por cuatro arcos de medio punto con dovelas de sillares almohadillados, decoración muy común en época de Augusto. Tiene una longitud de ciento cuarenta y cinco metros, casi ocho metros de ancho, distancia más que suficiente para el paso holgado de dos carros.
Por último, la altura media de la edificación original es de seis metros y medio. El pretil no es obra romana, posiblemente se realizara a la par que la carretera de Cáceres, cuya primer proyecto data de 1863.
Puente Romano
El nombre en época romana del río era el de Anas, al que se le añadió posteriormente el prefijo árabe Guad, que significa río. Pues bien, este río tiene un puente, o “la puente”, como decían los antiguos, uno de los más largos de la antigüedad.El puente, obra de tiempos de la fundación de la Colonia, está construido en su integridad de hormigón forrado de sillares de granito, está hoy compuesto por sesenta arcos de medio punto, tiene casi ochocientos metros de largo y doce metros de alto en los puntos más elevados y 64 arcos. Los robustos pilares sobre los que se asientan estos arcos presentan tajamares redondeados aguas arriba en aquellos tramos que podían ser más castigados por la corriente. Además, las pilas de estos tramos están perforadas con arquillos a modo de aliviaderos, con el fin de reducir la resistencia a la corriente de una obra tan robusta como es la de este puente.
Hoy se nos muestra como una obra unitaria. Las batallas y las fuertes avenidas del Guadiana dieron al traste con alguno de sus tramos, constando restauraciones desde época visigoda hasta el siglo XIX, aunque las reconstrucciones más importantes es la llevada a cabo en el siglo XVII, en la cual se le añadieron cinco arcos en su tramo central y sendos descendederos que nos permiten acceder a la Isla.
Sin embargo, en su estado original, estaba constituido en realidad por dos puentes, unidos en la Isla por un gigantesco tajamar que, a modo de cuña colosal, partía la corriente del Guadiana en dos. El tamaño de este tajamar era tal que, sobre él, se celebraba en tiempos de la Colonia romana un mercado de ganados.
Acueducto y Termas de San Lázaro-Rabo de Buey
Recibe el nombre de una ermita dedicada a este santo y que fue derribada a mediados del siglo XX. Este acueducto es el que permitía salvar el valle del Albarregas a una red de conducciones de aguas que, procedente de manantiales y arroyos subterráneos ubicados al Norte de la ciudad, aún se conserva íntegra en buena parte de sus tramos.El canal comenzaba a quedar suspendido en el lugar conocido como “Rabo de Buey”, donde se ubicó una piscina para la decantación de impurezas que pudieran llevar las aguas. Hoy se erige la caseta de un sifón del siglo XIX. Fue el acueducto más largo de la Colonia, de los dos constatados, con más de un kilómetro y medio de longitud. Por su fábrica parece ser también el más antiguo, parejo a la edificación de los edificios para espectáculos.
De todas las arquerías de este acueducto sólo restan los tajamares de algunas pilas y, sobre todo, los tres pilares que vemos junto al arranque de un arco de medio punto de ladrillo y los dos arcos de medio punto a base de bellas dovelas de granito, en los que con efectismo, se mezcla el sillar de granito y el ladrillo con el hormigón que le sirve de núcleo.
Bajo los imponentes arcos que se conservan de este acueducto pasaba la calzada que más adelante se bifurcaba bien dirección hacia Córdoba, bien hacia Toledo y Zaragoza.
En el siglo XVI el acueducto romano estaba inutilizado. En lugar de restaurarlo, el ayuntamiento prefirió construir otro nuevo, que se conserva en toda su integridad.
Por último, también podemos ver restos de una termas romanas construidas a pocos metros del acueducto.
Acueducto de Cornalvo
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