Es uno de los circos mejor conservados del Imperio y, también, uno de los más grandiosos. Sus dimensiones lo certifican, cuatrocientos tres metros de largo por ciento catorce de anchura, al igual que su cabida, que pudo ser de hasta treinta mil espectadores. Edificado en tiempo de la dinastía Julio-Claudia tuvo varias ampliaciones y restauraciones, siendo la última constatada del siglo IV d.C. Lo que demuestra que este espectáculo aún tenía una masa ferviente entre los habitantes de la ciudad y sus alrededores en un momento tan tardío.
Se construyó fuera de las murallas de la ciudad, junto a la calzada a Toledo y Córdoba, aprovechando la suave pendiente que el cerro de San Albín presenta antes de llegar a orillas del Albarregas. Forma un valle artificial drenado por atarjeas que, en la antigüedad, evitaban que éste se inundase.
Su planta es la de un rectángulo uno de cuyos extremos, el sudoriental, concluye en semicírculo. En él se ubicaba la puerta por la que salían los aurigas vencedores (porta pompae). El extremo noroccidental, el más cercano al centro de interpretación de este monumento, era rectilíneo, con los ángulos redondeados. En él se ubicaban las jaulas de salida de los carros (carceres).
Los lados longitudinales estaban ocupados por las gradas, que debieron de estructurarse de igual manera que las del Teatro. Un podio separaba a éstas de la arena. En el eje de uno de esos lados se ubicaba la tribuna, desde donde disfrutaba del espectáculo su patrocinador; en el mismo sitio, pero en lado opuesto, se encontraba la tribuna de los jueces.
La arena estaba longitudinalmente recorrida en su centro por un muro sobreelevado, la spina. Los grandes huecos que podemos observar nos recuerdan que la spina del circo emeritense estuvo decorada con obeliscos y estatuas colosales.
En el XVII era un campo sembrado de cebada y hasta el año 1919 estaba parcelado en fincas rústica, en ese año empezaron las primeras excavaciones
puerta de acceso al circo
El hueco en la grada que se aprecia en la foto se corresponde al trazado de la carrera Madrid-Lisboa del año 1862, que dividió en dos zonas el circo destruyendo parte del graderío.
Carceres o cocheras
En esta zona del circo existió una puerta monumental con seis carceres a cada lado. Sobre la puerta monumental se situaba la tribuna del editor, que daba a la salida de las carreras dejando caer un pañuelo. Las carceres son la parte más antigua del edificio, se construyeron junto a parte del graderío entre los años 20-30 de nuestra era. Las puertas de las carceres tenían una anchura de 3.5 metros y estaban construidas mediante arquerías de sillares de granito, los pilares del mismo material estaban como tope de las puertas al abrirse éstas de golpe
La spina o barrera central:La actual se corresponde a una reforma del siglo IV de nuestra era. El primer estudio de la spina en el siglo XVI sirvió para conocer su longitud, que se estableció en 125 pasos según las medidas de la época. Los grabados del siglo XIX la muestran semienterrada. A principios del siglo XX en la primeras excavación del circo aparecieron restos del mármol que la cubrió
EDIFICIO ASOCIADO AL CIRCO
En las excavaciones realizadas en un junto a la sede de la confederación hidrográfica del Guadiana, se encontraron los cimientos de una singular construcción. El edifico de planta rectangular y su entrada estaba orientada hacia un camino de época romana. Actualmente la calzada y parte del edificio se encuentran bajo un jardín. El edificio estaba organizado por un pasillo central que daba acceso a amplias estancias dispuestas en batería. Tiene los sillares de granito.
Esta monumentalidad, la proximidad al circo y su fisonomía indican que podía estar relacionado con el circo, quizás unos establos
Las numerosas incineraciones excavadas demuestran que el solar tuvo un uso funerario temprano, en los siglos I y II de nuestra era. Durante el siglo III, los romanos continuaron enterrándose en esta zona pero desde entonces se generaliza el rito de la inhumación. Entre los siglos II y III, algunas tumbas adquieren mayor presencia en el paisaje al estar dentro de edificios y recintos funerarios. En los siglos IV y V el solar sigue teniendo un denso uso funerario. Los enterramientos de esta época tenían solo a un difunto.
OTRAS ENTRADAS:
HISTORIA
02.- TEATRO ROMANO DE MERIDA03.- ANFITEATRO
04.- CASA DEL ANFITEATRO
05.- ACUEDUCTOS Y PUENTES ROMANOS
06.- EMBALSES ROMANOS DE PROSERPINA Y DE CORNALVO
07 Templo de Diana, Merida
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