El lunes, hice un paréntesis en la publicación del blog. Omití nuestro primer encuentro de la semana y sin ser una acción planificada fue una acción intencional. Me permito la licencia de evadir los horarios pre-establecidos y la planificación invernal sobre estrategias de escritura para contarte una historia personal. No es una anécdota sobre carencia de motivación o bloqueo inspiracional, aunque podría serlo. Este relato es una toma de postura frente al hecho de escribir un blog y una reflexión sobre la exposición de la intimidad y el blogueo colaborativo. También es la introducción de una guía para quien pretende iniciar un blog o para re-significar narrativamente el que ya tenés.
El origen: de la idea a Blogger.
Por esas cosas de la edad estoy comprometida con una transformación personal. Un cambio de esos que comienzan con una revisión de cimientos antes que con el maquillaje de la fachada. Si escribís un blog, quizás no te resulte ni extraño -ni digno de espanto- que haya decidido registrar este proceso en un blog. Otro blog. Un espacio diferente que, aunque conserva rasgos de estilo y ese desborde tan desmesurado de palabras, tiene su propio sello. Impronta que se aprecia desde su identidad visual (morite si te cuento que tiene una paleta de colores liderada por el rosa...) a las temáticas que aborda. Para serte sincera, gestarlo fue un ejercicio de largo aliento, aunque la plataforma se haya materializado en un fin de semana. Este proceso creativo fue tan consciente que quiero compartir contigo sus conclusiones, olvidando la planificación previa y permitiéndome el capricho de creer que pueden ayudarte. Porque si estás pensando en iniciar un blog seguramente signifiquen un poco de orden para tomar impulso y si ya tenés uno asentado y funcionando solito, te invitan a cuestionarte sobre el qué, el cómo y el por qué de tu propio blog,
1- La exposición de la intimidad.
No soy socióloga. No puedo presumir de porcentajes que avalen mi planteo. Sin embargo, puedo hacer algo que en el ejercicio de mi profesión es casi un pecado capital: especular. Puedo presumir sobre los motivos particulares por los cuales un ser humano decide escribir un blog. Tampoco necesito un derroche de imaginación. Existe un motivo recurrente: el deseo de visibilidad. Claro, vos me podés discutir acaloradamente que las personas necesitan ser visibles por diferentes motivos. O incluso que ser visible en internet tiene connotaciones muy diferentes para una mamá primeriza que narra su experiencia que para un emprendedor, para quien el blog es una plataforma de venta. Sin duda, las connotaciones del término visible son distintas para ambos. Sin embargo, lo que diferencia cabalmente estos dos ejemplos no es el deseo en sí mismo sino la estrategia. El deseo no tiene matices es una pulsión del alma (mil disculpas, soy platónica por causas genéticas) Aunque parecen casos antagónicos, la pulsión es la misma: necesitan ser escuchad@s por un público a quien su mensaje rasca en el lugar que pica.El proceso de bloguerización.
Con Blogger tenemos un vínculo añoso, sin embargo, iniciar Intensional supuso asumir que la visibilidad conlleva exposición y que mi primer cuestionamiento era si necesitaba ser visible. Porque leer blogs puede ser divertido pero escribir uno...es otra historia. Y escribirlo haciendo visible tu propósito es una decisión y un compromiso personal. Conozco el proceso:
- Mi primer blog fue una plataforma de información teórica, a la que únicamente tenían acceso mis alumnos. En sentido estricto, no era un "blog" pero de esta forma me familiaricé con la plataforma.
- Tuve mi blog maternal, ojo. Necesitaba escribir sobre la experiencia más significativa en mi vida pero nunca tuve otro propósito que la catarsis y su lector ideal era mi proyección en el tiempo.
- Después llegó La Desmesurada, un espacio anónimo "para permitirme el exceso de ser yo". ¿Propósito inicial? Coleccionar lindas imágenes. En aquel entonces, cero texto y nada de identidad.
Un blog es vos más tus circunstancias. En consecuencia, algunos desaparecen en apenas un año por motivos que ya tendremos tiempo de reflexionar en otra ocasión. La Desmesurada sin embargo, se fue transformando. Finalmente, un doloroso hecho personal consolidó mi interés por el blog. Incluso me animé con una fotografía (de las pocas fotos individuales que tengo). Se fusionó con mi blog de madre primeriza y descubrí un propósito: compartir estrategias de escritura para bloguer@s. Y cuando creía que estaba en una etapa estable de mi vínculo con la escritura hedonista, vislumbré que podía haber algo más.2- Sobre las uniones y la fuerza.
En ocasiones, aunque tengo el proceso de bloguerización completo, todavía me siento una impostora. Esa sensación incómoda se agudizó cuando decidí escribir Intensional. Porque si de compartir lindas imágenes a escribir un post introspectivo hay un salto considerable, del blogueo hedonista al compromiso con mi bienestar y el de una comunidad, hay un abismo. Definitivamente, había un paso más allá: la colaboración. El espíritu de colaboración implica una contribución individual al enriquecimiento colectivo. Durante todos estos años, abrí espacios de comunicación que tenían una visión. Intensional tiene una misión. Obviamente una misión que no hace eco en todo lector que a él se aproxime. Es un proyecto con la perspectiva de un año y, en menos de dos meses, fue perfilando una identidad y es una fuente constante de aprendizaje sobre por qué y cómo escribir un blog que pretende visiblidad. Te propongo algo...
Por un tiempo, quiero volver a las bases, a generar contenido sobre los primeros pasos en este universo, obviamente desde la única perspectiva de la cual puedo apropiarme: la escritura. De ese modo, armonizo mis intereses y te ofrezco una visión diferente del camino que recorremos cuando pasamos de la idea a Blogger. Para quienes quieren iniciarse en este universo, es el aporte de la experiencia a través del ensayo y el error. Lectura, observación y experimentación desde el 2007. Para quienes ya tienen un espacio propio de expresión, significa un momento invertido en revisar los fundamentos, no porque ello cambie sustancialmente la estructura de tu blog sino porque puede cambiarte a vos. ¿Empezamos? Te espero, excepcionalmente, este sábado. si tenés un ratito libre, encantada de recibirte.