Pero más allá del divertimento que esta fiesta puede causar, y de la cantidad de dulces que se puedan comer, una serie de datos que seguramente no conocías, te harán querer volver a festejar esta fiesta una vez más.
En primer lugar, tienes que saber que Halloween existe desde hace más de 6000 años, sí leíste bien, ¡6000 años! Y aunque se cree que es una fiesta norteamericana, algunos consideran que su origen estuvo en Irlanda.
La Noche de Brujas fue inspirada en el festival celta Samhain, y se creía que el 31 de octubre los límites entre vivos y muertos estaban un poco borrosos, y así los muertos podían volver a la vida. Es por eso, que se creía que los vivos debían llevar disfraces y máscaras, para asustar a los muertos.
Si nos referimos a la actualidad, en Estados Unidos, Halloween es la segunda fiesta más comercial de aquel país, solo relegada por la Navidad. Se calcula que en el país norteamericano se gastan cada año unos 7 mil millones de dólares en esta fiesta, repartidos principalmente en disfraces, golosinas y fiestas.
Si nos referimos a las golosinas, el número que arroja en promedio por habitante es descomunal: se calcula que cada persona llega a comer 1,27 kilos de golosinas solamente esa misma noche. Cómo para no tener pesadillas, ¿no? Si lo pasamos ese número a calorías, equivale a unas 7 mil. ¡Una verdadera barbaridad!
Una de las tradiciones más difundidas de esta particular fiesta es que si una persona lleva la ropa al revés puesta o si camina hacia atrás, se encontrará con una bruja a medianoche. ¡Mejor no intentarlo!
Las calabazas son el producto estrella de esta noche de miedo. La más grande jamás cultivada tuvo lugar en un huerto de Suiza, y llegó a pesar 782 kilos.
Y también se cree que tallar calabazas y ponerle una vela dentro no solo es una tradición, sino que ayuda a poder espantar a los espíritus malignos que particularmente deambulan esta noche.
Otro dato curioso sobre las calabazas sucedió en Illinois en 2011, cuando contabilizaron 30919 calabazas encendidas en simultáneo. A su vez, un hombre en Reino Unido logró tallar una calabaza ¡en tan solo 20 segundos!
La frase “dulce o travesura” también data de la ceremonia celta Samhain, cuando se dejaba comida a los muertos para evitar los vivos ser molestados. En la actualidad, son los niños los que piden dulces y los adultos se los proveen con el fin de evitar una travesura.
También existió una costumbre cristiana en donde los pobres golpeaban las puertas de las casas cada 1 de noviembre, el Día de los Santos, y allí intercambiaban oraciones para los muertos por algo de comida.
Halloween, 6000 años después, sigue despertando entusiasmo entre niños y adultos. Y también resulta ser una ocasión especial para compartir y disfrutar un lindo momento en familia. ¿Cómo celebraste la Noche de Brujas este año?