Jueves reflexivo. San Valentín; ¿El día del amor o de El Corte Inglés?
Hola a todos y bienvenidos un día más. ¿Qué tal lleváis la semana? Yo empecé muy liada pero parece que la cosa ha calmado.
Ya sabéis que el post de hoy es sobre la marcha, estoy con mi café y mi gatito, y sin mucho pensar os escribo.
Por todas partes veo anuncios de San Valentín, así que se me ha ocurrido hablar de esta celebración, para algunos un invento de El Corte Inglés y para otros un día inolvidable. Y sin más rollo, empezamos.
La verdad es que en este tema no termino de decidirme, jejejeje. Por un lado ya os conté que a mí me gusta celebrar lo que no celebran los demás, me gustan las cosas que se salen de la rutina y no me gusta celebrar algo porque me lo impongan.
Pero por otro lado me gusta hacer algo especial ese día, bueno, ese y todos, pero ese día me gusta salirme de lo de siempre.
Pienso que el amor no debe tener fechas ni encasillamientos, no debemos hacer las cosas porque así está establecido, por eso no me gusta hacer lo que hace la mayoría.
Recuerdo que el primer San Valentín que pasé con mi marido, cuando mis años aún empezaban por 1, jejejeje, insistí en que no me hiciese ningún regalo, que quería celebrarlo de otro modo. Y nos fuimos por ahí toda la noche, sin rumbo, y vimos amanecer en la playa y recuerdo que la cena nos la había preparado su madre para hacer un picnic de invierno. Puede sonar muy cutre pero yo era muy feliz.
Otras veces salimos de noche a dar un paseo improvisado, o hicimos comidas un poco especiales, o un baño de espuma...se pueden hacer muchas cosas.
Pero os digo la verdad que soy más feliz días como el domingo pasado en el que mi marido madrugó más que yo y me llevó a la cama el café con un pastel y un zumo de naranja. Qué conste que otros días lo hago yo, eh? Que nos hagan algo chulo porque sí me gusta más.
A veces tengo la sensación de que celebramos esta fecha por obligación, y aunque yo soy de celebrarlo todo, en el caso de las relaciones creo que es mejor cuidarlas día a día. Y eso es aplicable a los amigos y familia, claro, mejor que nos quieran a diario que no un día al año, por muchos regalos que nos den.
Nosotros la semana que viene la vamos a tener muy liada así que hasta el finde no podremos celebrar nada, pero creo que la mejor celebración es estar juntos y bien, y simplemente con poder ver algo de noche en la tele tomando un café ya me siento afortunada. ¡Qué conformista soy!
Bueno, confieso que algo sí que haré; le regalaré a mi marido un ramo de rosas rojas que he ganado en un concurso de dedicatorias, siempre he recibido flores yo así que va siendo hora de regalarlas, y le leeré la dedicatoria.
Esta foto fue la usada en el anuncio que gané.
Vale, y confieso que hace tres años gané otro concurso de dedicatorias y el premio fue genial, pusieron un anuncio en la tele local con la foto elegida por mí, con ruido de olas de fondo y mi dedicatoria, que no fue la ganadora sino otra que encajaba mejor con la foto elegida al final, la del corazón en la arena que os pongo, y claro, el anuncio lo vio toda la familia, como si fuese mi ópera prima, jejeje. ¿A ver si lo mío van a ser las dedicatorias?
Esta es la dedicatoria que puse, y al final sale el corazón con el nombre de mi marido.
Por otro lado entiendo a la gente que lo celebra bien, saliendo a cenar, con regalitos y lo que haga falta, si son felices siempre es una gran razón para celebrarlo, no me gusta nada amargar a los que celebran cosas, solo que yo en esto voy un poco más por libre, jejeje.
Y a medida que avanza el post me pongo nostálgica porque he recordado algunos regalos que se hacían mis padres, y claro, me da mucha pena. Eran muy buenos tiempos.
Y mis abuelos...eso sí que era amor. Mi abuelo, con más de ochenta años me decía que lo que más miedo le daba en la vida es que mi abuela muriese antes que él porque la quería. Y se nos fue él antes, aunque ella le siguió 4 meses después. Pero no quiero hablar de cosas tristes, me quedo solo con lo bueno, el mensaje de amor que me transmitieron.
Lo que no me gusta es la gente que regala por obligación, sin ilusión, que compran algo por quedar bien y ya está. Yo prefiero un dibujo hecho con cariño que el mejor diamante del mundo, o un abrazo cuando estoy triste que un bolso supercaro.
Ayyyyy a estas horas empiezo a decir tonterías, pero es que cuando leo blogs hablan de San Valentín, los escaparates también, y facebook...y aunque me gusta, que no lo voy a negar, me pregunto hasta que punto estamos obligados a cumplirlo. ¿Si no lo celebramos es que no nos queremos? ¿Se puede medir el amor por los regalos?
Yo creo que se puede medir lo detallista que es una persona, pero no exactamente por el valor de los regalos sino por el esfuerzo y dedicación que éstos reflejan. Y para mí no es lo mismo que una persona con recursos escasos me haga un regalo que ha supuesto un esfuerzo que alguien que está desahogado económicamente me haga un regalo que no le supone ningún esfuerzo.
Cuando yo tenía 16 años tenía una amiga que era única, ahora vive fuera de Europa y la he buscado en face pero no he dado con ella, es una pena. Ella era genial, como su familia, eran 5 hermanos que vivían ajustados pero siempre se veían felices. Y recuerdo que un año, en San Valentín, nos regaló una flor a cada una de las amigas cercanas para celebrar la amistad...pues no os imagináis la ilusión que me hizo el detalle y además fui consciente del esfuerzo que hicieron en esa casa para comprar las flores.
Me encanta que me regalen, pero porque quieran regalarme, sin obligación, no es bonito que alguien te dé algo por obligación. Y no solo ese día, claro.
Vamos, que a mí lo que me gusta es la magia diaria, y las sorpresas inesperadas, hacer algo cuando no toca y saber disfrutarlo. Sabéis que no me gusta la rutina(aunque para el día a día en ciertas cosas soy muy rutinaria, me refiero a la vida en general) y todo lo que me sorprenda es bien recibido.
Hay una frase que me dijo algunas veces mi marido y ya la he puesto aquí varias veces que lo resume todo; Yo lo paso bien en cualquier sitio, el caso es estar contigo. Pues eso, que hagamos lo que hagamos estará genial, lo importante es que nos apetezca, aunque sea para ver una peli compartiendo palomitas, o un chocolate o quizás fregando los cacharros los dos juntos, no importa.
Para acabar diré que me gusta San Valentín, si, definitivamente me gusta, pero me niego a que me lo impongan, y nunca debemos acomodarnos y que sea el único día en que se celebre el amor.
Creo que por hoy ya me despido porque a estas horas empieza la actividad y quiero publicar pronto y a ver si me da tiempo a leer algunos de vuestros post, y me tomaré otro café que apetece...
Por cierto, mi gato, que me ha abandonado por el radiador que ya ha calentado, también recibirá su regalo de San Valentín, ya se lo he comprado, a ver si tengo paciencia y puedo esperar hasta el martes.
Mil gracias por leerme y nos vemos el sábado en el resumen de la semana.
Y vosotros; ¿Os gusta San Valentín? ¿Lo celebráis? ¿Os parece una fecha comercial para potenciar el consumo?
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Feliz jueves!!!!!!!!!!!!!!!!!!