Pekín es la capital de uno de los países más grandes del mundo y del más poblado, China. En esta urbe se da cita una hermosa mezcla de tradición milenaria y de arquitectura modernista. Sin embargo, a diferencia de otras metrópolis asiáticas, como puede ser Shangái, sus principales reclamos turísticos provienen de su amplia historia, el cual comenzó hace más de dos millones de años.
Su rico legado se ha extendido por el mundo entero con un marcado estilo propio presente en sus monumentos, su arte o su gastronomía. Esta seña de identidad lo convierte en una nación única, cuyo pasado es respetado y mantenido con la prácticamente ausencia de una influencia externa.
Monumentos
Concretamente, de su sorprendente legado sobresale el Museo de Zhoukoudian, el cual es un extenso complejo de cavernas donde se hallaron algunos de los restos más antiguos del homo erectus, conocido como 'El Hombre de Pekín'. Se han encontrado piezas pertenecientes a unos cuarenta individuos aproximadamente y más de 100.000 objetos.
Sin embargo, si una de sus muestras históricas sobresale esa es sin duda, la Gran Muralla China, la cual comenzó a realizarse entre los siglos VI y V a. C. como protección contra los imperios adyacentes. Uno de sus mayores fue Mongolia, el cual llegó a conquistar Pekín en diversas épocas. La longitud de esta Nueva Maravilla del Mundo Moderno es de casi nueve mil kilómetros con una altura de unos seis metros y una anchura de cinco.
Una visita que no debemos perdernos es al famoso Templo del Cielo. Se basa en un conjunto de edificios rodeados por una muralla los cuales fueron edificados en 1420. Servían para orar y obtener así una buena cosecha ese año. Su arquitectura no dejará indiferentes a los turistas ya que tiene una sorprendente acústica y sus pagodas se pueden ver desde una larga distancia gracias a su enorme tamaño.
A las afueras de Pekín también disponemos de lugares destacados que merecen la vena conocer. Uno de ellos son las Tumbas de la dinastía Ming donde se hallan enterrados más de treinta emperadores y emperatrices, así como sus sirvientes. Los templos se encuentran repartidos a lo largo de varios kilómetros. En nuestro paseo podremos ir contemplando las bellas estatuas y la majestuosa naturaleza que rodea el complejo.
Grandes espacios abiertos
Un sitio idóneo donde descansar y observar la cultura y tradición de esta bella metrópoli es la descomunal Plaza de Tian´anmen, la cual es una de las más grandes del mundo. De Norte a Sur dispone de más de 800 metros y de Este a Oeste unos 500. En sus inmediaciones se halla el Museo Nacional de Historia así como la Ciudad Prohibida. En su interior destacan los monumentos a los soldados que participaron en las diferentes guerras y la Puerta Zhengyangmen.
La Ciudad Prohibida es un importante palacio el cual fue la residencia de los emperadores de China durante más de quinientos años. Esta exquisita fortaleza acoge casi mil edificios, los cuales fueron construidos entre 1406 y 1420. Todos los templos están inmersos en la naturaleza, en una extensión de 720.000 kilómetros cuadrados.
Un destino similar es el Palacio de Verano, el cual es, a día de hoy, un hermoso jardín de trescientas hectáreas. En su interior veremos maravillas como lagos, teatros o el barco de mármol. Éste último, posee cuarenta metros de envergadura y fue construido en 1755, aunque posteriormente fue destruido tras la guerra contra los británicos y franceses, siendo remodelado en 1893.
Curiosidades
Una de las curiosidades que más llaman la atención es que no toda la Gran Muralla está construida en piedra, hay una diminuta parte, situada en cerca de Tian Ling, que está edificada en metal, concretamente se cree que en plata, con el material extraído de las canteras de Shan Xi. Otro de los datos más significativos es que, tristemente, con el paso de los siglos, su deterioro es muy avanzado por lo que puede llegar a derrumbarse en determinados puntos en los próximos años.
El Aeropuerto Internacional de Pekín cuenta con el mayor tráfico aéreo del mundo. Debido a su continuo aumento, debe ser renovado con cierta regularidad, la última vez, con motivo de los Juegos Olímpicos en 2008. Además, el elevado número de vuelos ha llevado a contar con otros cuatro aeropuertos más dentro de la misma ciudad.