Sin duda, la mayoría de los mayores paisajes de Alaska son de un atractivo descomunal extensión de tierra es su bello y rico paisaje. Su naturaleza está presente a cada paso que damos. Una maravillosa muestra de ello lo vemos en los fiordos de Kenai donde se hallan altísimos glaciares habitados por una peculiar fauna, desde leones marinos hasta ballenas, las cuales son un símbolo de este estado.
Su capital es Juneau, lugar que se hizo famoso tras el descubrimiento de oro a finales del siglo XIX. A día de hoy es un destino muy solicitado para realizar cruceros. Uno de los paisajes de Alaska más hermosos son sus montañas, bien caminando o bien subiéndolas en teleférico. Sin embargo, para largas estancias es mejor desplazarse a la poblada Anchorage, cuya belleza no nos dejará indiferentes.
En ella apreciaremos una notable importancia de la naturaleza y en cuanto al arte, la música destaca sobre el resto de disciplinas, pudiendo escuchar géneros y estilos procedentes de una gran cantidad de países. En su plaza, todos los años, con la llegada de las bajas temperaturas, se lleva a cabo una hermosa exposición de esculturas de hielo, las cuales se derretirán meses más tarde.
En esta metrópoli también podemos contemplar un atractivo legado de su historia, con edificaciones como la catedral rusa San Inocencio, a pesar de que fuese levantada en 1994. Otra curiosidad, es el monumento realizado en honor del célebre Félix Rodriguez de la Fuente. Por otro lado, la belleza de los lagos, las montañas y los ríos de Alaska son difícilmente comparables, en parte debido a su cuidada conservación y a la ausencia de contaminación. A esto cabe sumar sus indescriptibles auroras boreales, de mágicos colores que cubren el cielo en los meses de enero y febrero.
¿Y tú, has estado en Alaska? ¿Qué destacarías?
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