Reflexión: la vida es cíclica
Hola a todos y bienvenidos un día más. Ya estamos a jueves, los días pasan que da miedo. Hoy toca el post improvisado, así que con la mejor compañía gatuna, con un café bien caliente y muchas ganas, empezamos.
Llevo unos cuantos días pensando en lo mismo: la vida es cíclica. Me van pasando cosas o voy haciendo algo que me lleva a pensarlo.
Por ejemplo, mi familia y yo siempre hemos sido muy de salir al aire libre. Todos los fines de semana hacíamos excursiones(a veces uno de esos días lo pasábamos en la finca), nos íbamos a pueblinos, a rutas de montaña, a áreas recreativas...a veces con comida casera y otra comíamos fuera, porque cuando yo era pequeña las comidas de los bares eran caseras y ricas, que ahora también, pero no es lo msimo.
Pues lo mejor de la excursión era buscar algo para llevar a casa y "amortizar" el viaje. Obviamente no se amortizaba, era una expresión graciosa de mi madre. En primavera y verano llevábamos ramos de flores y plantas bonitas que cogíamos con cuidado, sin arrasar.
En mi casa siempre había flores frescas y en mi ventana y en el huerto había fresas silvestres, menta, hierbabuena... En otoño cogíamos hojas, otras veces piedras de río(rigodones) o grillos y renacuajos que luego soltábamos. Es increíble ver la metamorfosis de renacuajo a rana. Y claro, recolectábamos moras, castañas, arándanos, avellanas, setas y de todo, mis padres sabían sitios en los que crecían.
Mi madre siempre llevaba un capazo(de esos que se han vuelto a poner de moda) y bolsas de tela reutilizables. Y se lo pasaba genial cogiendo flores y plantas.
Pues nosotros ahora, seguimos amortizando las salidas. En mi mochila llevo bolsas en las que guardo flores(para prensar y secar), plantas, piñas o lo que encuentre, y cuando voy a la playa caracolas o piedras chulas.
Ayer cogí malva, botones de oro, margaritas africanas, violetas, hierba de San Roberto y margaritas normales. Estoy haciendo un experimento, a ver si me sale.
Mis hijos traen tierra del río para las tortugas de mi hermana y para las plantas que ellos tienen.
Es una bobada, pero ayer, mientras cogía las malvas y las iba guardando en las bolsas tuve un deja vu y recordé a mi madre haciendo lo mismo. Si, la vida es cíclica.
Ahora qu eya no tengo niños pequeños planifico salidas con la perrita, y le preparamos juguetes, agua y de todo.
No hace tanto era yo la que iba con mis hijos en el coche a un sitio chulo par a jugar. Pues esta semana he ido en el coche de ellos, con mis hijos de conductores(un día uno y otro el otro, no los dos a la vez) y la perrita, a buscar un sitio chulo para jugar. Y los fines de semana son ellos los que se organizan para llevarla de excursión, como hacía yo con ellos. Bueno vale, hay guerra y nosotros también hacemos cosas con ella.
Pero como soy una contradicción andante no todo es revivir situaciones, también tengo mis propias tradiciones, por llamarlas de alguna manera. Vamos, que hago cosas que no provienen de mi infancia, por ejemplo ir a ver el árbol de frutos rojos que os conté aquí, o cenar kebap viendo la puesta de sol a finales de verano, o releer Orgullo y prejuicio cada primavera(eso lo hago desde los 18 años).
Pero para seguir con las contradiciones, diré que en general me gusta improvisar. Solo se vive una vez, la vida es corta y hay que disfrutar. Nunca me ha gustado hacer de mis días un tiempo de espera, así que, aunque siempre suelo tener algún aliciente adornando mi horizonte, lo mejor es ir disfrutando el momento.
Ayer por la tarde supe que ha muerto Nick Kamen, y me quedé impactada. Ese I promise myself, con la sonora guitarra acompañó momentos muy importantes de mi adolescencia. Era tan guapo, tan magnético, y formó parte de mi juventud.
Cuando me entero de una noticia así a mi mente acuden los momentos en los que compartí espacio-tiempo con ese actor/cantante o persona. ¡Qué importantes son los recuerdos! Nos ayudan en los malos momentos y enriquecen los buenos.
El otro día hablaba un poco de esto en el blog de Chema; le contaba lo caprichosa que puede ser la memoria, porque en un grupo de antiguos alumnos de mi cole comentaban unas anécdotas en las que me mencionaban, en el viaje de estudios, y no lo recuerdo. En cambio, recuerdo momentos sencillos, conversaciones normales, una risa al entrar en clase, el saludo inesperado de alguien...
Los recuerdos siempre ayudan, aunque deben quedarse ahí, sin invadir el presente.
Y como ya empiezo a divagar me voy a despedir. Espero que el resto de semana sea estupendo, que el finde sea inolvidable y nos vemos el sábado con el resumen semanal y algún especial.
Os dejo el vídeo de NickKamen, yo lo tenía grabado y lo veía en modo bucle.
Mil gracias por leerme.