Helados de los ochenta; sabores del ayer.
Hola a todos y bienvenidos un viernes más.
Lo primero perdón por tardar en contestar a los comentarios, ya están respondidos, uffff.
Y ya que estamos en pleno verano me apetecía compartir los helados que más me gustaban cuando era pequeña, es decir, hacer un post un poco nostálgico pero a la vez alegre, que nos arranque una sonrisa.
Y sin más tardanza empezamos por una lista que no va en orden de preferencia, es muy aleatoria.
Helados preferidos; recuerdos de vida feliz y momentos bonitos.
Para empezar os diré que nunca he sido de helados de hielo, esos los devoraba mi hermana que siempre estaba con un Calipo, o un Caraibo, Frigurón, Colayet o un polo de cualquier sabor, era una fanática y mi madre se ponía de los nervios porque decía que eso era una porquería, agua con polvos para dar color que congelaban,jajajaja.
Mikolápiz.
Yo soy la menos golosa de la familia así que mis helados no son los más dulces, pero son todos riquísimos. y empezamos por un clásico, el Mikolápiz.
Cuando era pequeña estos helados a veces venían con premio, estaba en el palo y se sabía al terminarlo.
El premio era simplemente otro helado pero a mí me me hacía mucha ilusión, me conformaba con poco ,jejejeje.
El sabor era genial, vainilla con chocolate y me encantaba ir bajando ese cartón que rodeaba al helado y le daba forma de lápiz.
Es un helado que tomaba cuando íbamos a pasar el día por ahí, fuera de casa, comiendo en algún restaurante o cuando llevábamos la comida de casa y parábamos a tomar un café, es un helado que sabe a excursión.
Creo que aún lo hay pero es de esas cosas que no me apetece tomar, lo dejo para los recuerdos.
Frigopie.
Este helado me encantaba, a mí me sabía a Pettit suisses y claro, a ver quien se resistía.
Normalmente lo compraba en un kiosco cerca de casa y era el helado que comía cuando nos quedábamos cerca de la zona donde vivíamos.
Este helado sabe a tardes tranquilas paseando cerca de casa, con mis papis y mis abuelos.
Sandwich de nata
Este era uno de mis favoritos y lo tomaba en la playa después de comer.
Recuerdo que cuando iba al chiringuito a buscar el helado, durante un verano entero pedí el sandwich, sin dudar, pero solo en la playa, en otros sitios alternaba con otros helados.
Este es un helado que sabe a mar, a pedrero y a sal.
Fantasmiko.
Este también es un helado de postre, de los que pedía en el chiringuito(pero no el mismo verano del sandwich, este un poco antes) y también en los restaurantes. Después de una comida rica un Fantasmiko era el complemento ideal, sabía a vainilla y chocolate y me encantaba.
Este helado me sabe a playa o a excursión or el monte, a familia, a días muy largos y felices.
Negrito
Este helado llegó cuando yo era más mayor y el primer año lo había en pocos sitios así que lo comprábamos en un kiosco cerca de casa y era un helado de por la tarde, cuando nos quedábamos por la zona después de ver El equipo A, y si merendábamos bien nos compraban el Negrito
Este helado me sabe a tardes tranquilas charlando del último capítulo de la serie y planeando algún juego relacionado con ella, alguna aventura que podríamos vivir el domingo en la finca o cualquier mañana en el parque.
Mikoboy.
Este sí que sabe a playa. Lo comía cuando era muy pequeña, y viendo Verano azul.
Por aquel entonces íbamos a una playa con pedrero y comíamos en un prado precioso con un río muchas cosas ricas que había preparado mi madre. Después de comer todos los niños íbamos al chiringuito a ver Verano azul y mientras mi hermana se ponía morada a helados de hielo yo me comía mi Mikoboy(me acabo de enterar del nombre,jejeje) y dejaba la nariz para el final, que era un chicle.
Este helado sabe a verano, a aventuras de niños en bicis, a risas compartidas, a imaginación, me recuerda muchísimas cosas buenas.
Tarrina.
Este helado es el que nos compraban cuando éramos bastante pequeñas y la idea era pasear tomando un helado.
A mí me gustaba que se derritiera un poco y así mezclar los sabores.
Yo siempre lo pedía de fresa y nata y me encantaba guardar la cucharita que nos daban para jugar a hacer comiditas con mi cocina de Rico (os hablé de ella aquí) o para dar de comer a mis muñecas.
Este helado me sabe a paseos por el puerto, con ese olor a sal, cuerda y brea que apenas encontramos ya, y me sabe a conversaciones tranquilas, a ir arregladitas con nuestros vestidos iguales y a tranquilidad, lo que tiene que ser el verano para un niño.
Helado de Bombon.
Ya véis que no he encontrado una foto así que pongo todo el cartel,jejejeje.
Este me gustaba para tomar de postre, especialmente cuando estaba de vacaciones o comíamos en algún bar.
Cuando yo era pequeña todos los fines de semana hacíamos excursiones, unas veces rutas de monte, otras lugares tranquilos y otras pueblos chulos y a veces comíamos de restaurante, y este helado era uno de los elegidos de postre.
Cuando pienso en él a mi mente acuden recuerdos bonitos, mi hermana y yo jugando en unos columpios del bar después de comer, mis abuelos riéndose con nuestras ocurrencias o el olor a hierbabuena por el camino junto al río mientras yo terminaba mi helado.
Twister.
Este también me pilló más mayor. Mi hermana se comía el de hielo y yo el de choco y nata y lo comprábamos en el mismo kiosco donde comprábamos el Negrito, así que también es un helado de por la tarde, un helado que sabe a aventuras, a hablar de la serie que estuviese de moda, a planear juegos para el finde y a pedir a mi madre que nos comprase un tebeo o un sobre sorpresa, porque al final algo caía siempre,jejejeje.
La verdad es que se me ocurren algunos más pero los que más me gustaban eran estos.
Y claro, siempre hemos comido los clásicos de Verdú, Islandia o Hermanos Helio, tanto en Gijón como en Candás o algún que otro sitio, esos sí que eran ricos, mmmm, cucuruchos de dos bolas o de corte muy muy gorditos.
Y ya para acabar como curiosidad os diré que durante dos años seguidos nuestras vacaciones consistieron en recorrer Portugal de sur a norte, pueblo por pueblo, y allí los helados de Frigo eran iguales pero se llamaban Olá, y nosotras comíamos exactamente los mismos que en España. Y años desués con mis hijos seguimos comprendo esos mismos, Olá, hay cosas que no cambian.
Os pongo un cartel que me ha encantado recordar.
Y ya que estoy aquí aprovecho para preguntar si alguien recuerda un helado que venía en un vasito de plástico transparente en forma de cono, y que al final tenía una bola de chicle.
Sé que no lo he soñado, que me encantaba y lo tomaba también viendo verano azul pero por más que he buscado no he encontrado nada y me gustaría saber qué helado es. ¿A alguien le suena?
Bueno, pues hasta aquí el post de hoy, espero que os haya gustado y mil gracias por leerme y por los comentarios que intentaré responder a lo largo del finde.
Y vosotros; ¿Los conocíais?¿Los habéis probado?¿Coincidimos en alguno? Muchos besos y hasta el lunessssss.