En el Norte de España, en la provincia de Navarra, encontramos un pequeño pueblo llamado Olite, donde se encuentra uno de los castillos medievales mejor conservados del mundo. Bajo el nombre de Palacio Real de Olite, ya que fue la residencia de los Reyes de Navarra antes de que se incorporara este reino a la Corona de Castilla en 1512, esta monumental construcción fue erigida entre los siglos XIII y XIV. Sin duda El Palacio de Olite en Navarra tiene mucho contexto histórico.
La grandiosidad de sus formas y su atípica construcción, un tanto 'desordenada' para la época, lo constituyeron en la fecha como uno de los palacios medievales más lujosos de toda Europa. A pesar de que fue remodelado varias veces, sobre todo gracias a la acción de Carlos III, el estilo de este castillo se puede encuadrar dentro del gótico, siendo uno de los conjuntos góticos de índole no religiosa más interesantes del continente. El Palacio de Olite en Navarra se caracteriza por lo grandioso de sus estructura y todos sus alrededores.
A pesar de que el pueblo de Olite hoy en día supera por poco los tres mil habitantes, se conoce que esta zona fue muy próspera durante la alta edad media, y este castillo fue testigo de fiestas medievales de todo tipo. Además de su estructura exterior con varias torres que dibujan un bonito perfil, este palacio cuenta con numerosos rincones llenos de detalles como sus vidrieras, sus jardines, su amplio patio interior o su enorme pozo de hielo que se llenaba de hielo y servía de improvisada nevera. Aquí en El Palacio de Olite en Navarra se desarrollaron muchos eventos históricos.
A pesar de su belleza, este palacio fue abandonado tras la unificación de la Corona española, y más tarde fue incendiado para evitar que las tropas de Napoleón lo utilizaran como fortaleza durante la Guerra de la Independencia Española en 1813.
No fue hasta el siglo XX cuando el Castillo de Olite empezó a recuperar su esplendor con una restauración que trata de recuperar el estado original del edificio y que aún hoy sigue puntualizándose a pesar de haberse empezado en 1937.
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