Dos pelis rodadas en mi tierra y que son parte de mi vida
Hola a todos y bienvenidos un día más. ¿Qué tal ha ido el finde? Espero que genial.
El post de principos de semana(una en lunes y otra en martes) me gusta hacerlos variados, un día un libro diferente, otro curiosidades, otro el repaso del mes, otro series...y hoy traigo dos películas que se han rodado en Asturias y que forman parte de mi vida por diversas razones.
Los lectores habituales sabéis que me encanta el cine, y aunque no soy ninguna experta disfruto mucho haciendo reseñas. Y me gusta mostrar pelis distintas, originales y no demasiado conocidas. En esta ocasión vengo con dos, una es muy conocida pero la otra lo es mucho menos. Así que sin más rollo empezamos.
Antes de empezar diré que hago el post de memoria, cualquier error que veáis me lo comentáis con confianza, que lo agradezco. Es un post de cine pero sentimental, por eso no consulto datos ni nada, es más bien de recuerdos.
Volver a empezar
El maestro José Luis Garci ha rodado muchas pelis en mi tierra, pero esta, esta...esta es especial. Recuerdo que cuando se estrenó mi madre compró dos entradas para mis abuelos, para que la vieran en el cine. Y les encantó. Corría entonces el año 1982.
Yo la vi por primera vez algún tiempo después. No sé excatamente en qué año fue, creo que 1987 o como muy muy tarde 1988.
Y aconsejada por mi abuelo la grabé en vídeo(qué antiguo ha sonado). Ese día me enamoré del Canon de Pachelbel, hasta tal punto que tengo un montón de versiones, por ejemplo una muy especial que compré en Rumanía, que tocaban con el órgano de una iglesia.
Me encanta esta escena, con el canon sonando
A ver que me despisto. El inicio de la película, con ese Antonio Ferrandis(me niego a decir Chanquete, jejeje) en la Estación del Norte, ese Gijón que yo conocí y que me llena de nostalgia, ese cine Robledo que luego fue un McDonald´s y ahora vende ropa.
Esa llegada al Hotel Asturias con Gervasio Losada(Agustín González) es estupenda, y también es genial ese chaval(el botones Sabino) que respondía: Ye lo mismo señor dólares o pesetes, ye igual. El intérprete es Pablo del Hoyo, y es actor de doblaje, por ejemplo pone la voz a Booth en Bones.
Y Marta Fernández Muro era Carolina, esa recepcionista que salía siempre hablando por teléfono, a veces contestando a un mensaje del Rey Juan Carlos(voz de Pedro Ruíz) y a veces explicando que habían llamado a Don José Luisín de la confianza.
Me encantan estos tres personajes
El argumento de la película es muy conocido. Antonio Miguel Albajara, un profesor en la Universidad de Berckley y escritor galardonado con el Premio Nobel, regresa a su tierra, concretamente a su ciudad natal, que es la mía, Gijón. Y vuelve con la llegada de la democracia porque él, al igual que muchos de esa generación interrumpida por la guerra, tuvo que exiliarse.
Y aquí se reencuentra con su amor de juventud, Elena, interpretada por Encarna Paso. Ese encuentro en la galería de arte me encanta, él repitiendo la frase con la que habían empezado a conocerse: "Por favor no me diga que no, es asunto de vida o muerte. Ya le contaré, pero tenemos que bailar la próxima".- Seguir leyendo: https://www.libertaddigital.com/opinion/agapito-maestre/volver-a-empezar Y la personalidad de Elena, tan poco convencional para la época, me gusta muchísimo.
Ainns esta escena, me imagino el olor, el frío en la cara...
No quiero desgranar más, solo diré que cuando realizan una excursión por distintos puntos de Asturias disfruto mucho, es como volver a las excursiones de mi infancia, me imagino los olores; en Cudillero el olor a sal y puerto mezclado con la sidra, y en el Mirador del Fito a frío y viento. Y el resto de rincones...San Esteban de Pravia no huele como la colonia, huele a tardes tranquilas, y Pola de Lena huele a invierno, siempre a invierno, al menos en mis recuerdos. Y el aroma de Covadonga y Los Lagos no puedo describirlo sin emocionarme...he ido tanto, tanto, si sumamos minutos una gran parte de mi vida está en todos esos sitios.
Y esto...lo he hecho mil veces, justo ahí, con esa sidra y ese olor a puerto
Y claro, no podemos dejar al Roxu, interpretado por el magnífico José Bódalo. Se supone que está en la directiva del Sporting, y ver el equipo de entonces también hace ilusión. Ainnnns Maceda, qué rubio era. Con el tiempo su pelo se oscureció porque yo lo veía a diario y ya no era ese chavalín rubio, jejeje.
Para terminar os diré que esta película, que obviamente no es para niños, me acompañó durante parte de mi infancia. La vi muchísimas veces, entonces la veía porque me gustaba la historia y porque los paisajes que salían eran lugares a los que iba mucho, y también porque mis padres me contaban anécdotas y curiosidades; en cambio ahora la veo por nostalgia. La vi con mi madre hace unos seis meses y disfrutamos muchísimo, fue como volver a mi infancia, ver ese Gijón...
Creo que fue un Oscar muy merecido(la primera película española que lo ganó, porque la de Buñuel era francesa)y es una cinta que para mí es una joya, con una música maravillosa, una fotografía espectacular y una historia de amor estupenda. El cierre es perfecto, con ese Begin the begine de Cole Porter. Y un cierre perfecto necesita un broche de oro, y en este caso lo tiene, pues Garci dedica el film a esa generación que sufrió la guerra. Os pongo el texto, este no es de memoria, lo he buscado y copiado.
“Quiero rendir homenaje a los hombres y mujeres que empezaron a vivir su juventud en los años treinta, y en especial, a los que están aún aquí, dándonos ejemplo de esperanza, amor, entusiasmo y fe en la vida. A esa generación interrumpida. gracias”
El cabezota
De esta película, que es una coproducción con México y dirigida por Francisco Lara Polop, ya os he hablado en algunas ocasiones. En este caso es menos conocida que la anterior, pero para mí es muy especial.
La familia materna de mi madre es de un pueblo en Los Picos de Europa. Y la cinta transcurre en un pueblo de la zona, en Beleño, muy muy cerca del mío, de hecho se va andando.
Además, ya lo he dicho algunas veces, salen mis primos. Uno de ellos en concreto sale bastante.
Por otro lado, la iglesia que usan de escuela es la iglesia de Abamia, que conozco como la palma de mi mano.
Cuando la estrenaron mis padres nos llevaron a verla y estaban los protagonistas allí, era el día exacto del estreno. Nosotras íbamos con mucha ilusión porque uno de mis primos nos había contado secretillos del rodaje(sabíamos lo que ocurría exactamente en una escena) y nos parecía increíble que saliera en una película.
El argumento es muy interesante y diferente. La historia, como he dicho, transcurre en el mágico enclave de Los Picos de Europa en tiempos de Isabel II, en el siglo XVIII. Y los personajes son geniales. En primer lugar tenemos a Pedro, interpretado por Álvaro de Luna(siiii, el Algarrobo de Curro Jiménez) denominado "El cabezota", que vive en Beleño. Es un hombre bueno y noble, pero ignorante y muy testarudo. Es viudo y tiene un hijo, Pedrín, interpretado por Juan Miguel Manrique, o "El cabezota segundo". Ambos viven felices cazando, pescando, plantando y dejando los días transcurrir en ese pequeño rincón del mundo.
Pero entonces se instaura la ley Moyano y la escuela es obligatoria para todos los niños. En aquellos tiempos de ignorancia, y con unos pueblos totalmente aislados, la escuela es algo realmente desconocido para los aldeanos.
Y en medio de la vorágine hace su aparición Ana, la maestra, interpretada por la actriz mexicana Jacqueline Andere.
Por lo poco que se ve del pórtico podréis imaginar que la iglesia es una maravilla, es una abadía espectacular
Pedro, "el Cabezota", no quiere que su hijo acuda a la escuela. Pero el niño decide ir a ese colegio habilitado, como os dije, en una de mis iglesias favoritas. Así que sin el apoyo de su padre, Pedrín acude a clase, como los demás niños del pueblo.
El día en el colegio va pasando, y Pedrín está contento hasta que participa en una pelea, y entonces Pedro se reafirma en su idea: su hijo no irá al colegio.
Además de los personajes ya mencionados destacaría al alguacil y pregonero Yeyu, interpretado magistralmente por Manuel Alexandre.
Y llegados a este punto no sigo, porque a partir de aquí suceden cosas, y a lo mejor a alguno os apetece verla y no quiero hacer spoilers.
Si os gusta el cine especial, diferente y bueno, os la recomiendo. Es una cinta premiada en el festival de cine de Berlín y en el de Moscú, y aunque ya sabemos que los premios no siempre son sinónimo de calidad, en este caso son merecidos.
Los paisajes son preciosos, la complicidad entre los actores, especialmente entre padre e hijo, traspasa la pantalla. Y tenemos enseñanzas y mensajes en cada escena.
En una parte de la película, al principio, ambos cantan una canción que se llama Coviella.
Pues desde que vimos la película, cuando íbamos al pueblo, al pasar delante del cartel que indicaba el camino a seguir para ir a Coviella(un pueblín de la zona), todos la cantábamos. Empezaba mi padre y seguíamos todos. Y así días y días, y años y años, qué cansinos éramos, jejejeje, y qué bien lo pasábamos.
Para terminar os diré que si tenéis ocasión de verla le déis una oportunidad, porque os llenará de ternura, nos hará ver lo provilegiados que somos a pesar de la que está cayendo y además aprenderéis un poco sobre la cultura asturiana. Y como colofón la banda sonora instrumental merece la pena.
Yo la tengo en DVD, y de pequeña la tenía en VHS, grabada de la tele. Mis primos no la habían visto ni en el cine ni en la tele(y salían ellos, qué ironía) y un día, en plan sorpresa, la llevamos al pueblo, y llevamos también el vídeo, y la vimos todos juntos.
He mirado en youtube y en una de las opciones dan un enlace y allí se puede ver, por si os apetece.
Y hasta aquí el post, que me ha quedado largo, largo, pero me lanzo y no puedo parar, me apasionan ambas pelis y claro, me lanzo, jejejeje.
Mil gracias por leerme y nos vemos el jueves para reflexionar.
Feliz semana.