Este thriller protagonizado y producido por Gerard Butler, tuvo su comienzo en 2003 con la productora New Line Cinema. Pero el proyecto fue dando tumbos hasta que Diamond Film Productions le dio el empujón final. Ya estrenada en EEUU, tendremos la oportunidad de verla en España el próximo 6 de abril de 2018. Nosotros ya hemos tenido la oportunidad de verla… y nos ha gustado. No es el típico thriller.
Juego de ladrones – Argumento
Nuestro protagonista es Big Nick, un corrupto sheriff de Los Ángeles en horas bajas y con unos métodos más que cuestionables. Él y su equipo afrontarán el reto de capturar a un criminal llamado Merriman y su cuadrilla, un grupo de atracadores profesionales que planean el asalto al banco de la Reserva Federal.
Posiblemente después de leer el argumento pienses que estamos ante otro típico blockbuster policíaco con enfrentamientos vacilones a ritmo de videoclip. Pero los tiros no van por ahí. Para que te hagas una idea, tenemos entre manos una producción que pretende acercarse a lo que fue Heat (1995) con aquel legendario enfrentamiento entre Pacino y De Niro (salvando las distancias). Y ciertamente cuenta con los elementos necesarios para diferenciarse del resto.
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Juego de ladrones – ‘Realismo crudo y auténtico’
Para empezar el director, Christian Gudegast, viene avalado por otras producciones del género como Objetivo: Londres (2016), donde ya trabajó con Butler, y Diablo (2003). Aquí juega con tomas claras y fijas que transmiten un realismo que marca la diferencia con otras producciones. Alguna toma lejana incluso parece salida de un telediario.
A eso añadimos la excelente interpretación de Gerard Butler en la que posiblemente sea su mejor actuación hasta el momento. Se mete de lleno en el personaje. Lo vive. Un papel que por cierto le hubiera venido como traje a medida a Russell Crowe, pero claro, aquí Butler también es productor.
La mala noticia para Butler (y buena para nosotros) es la brillante e intensa actuación de Pablo Schreiber como Merriman. Lo clava. Estamos ante una interpretación que de seguro le ayudará a catapultar aún más su carrera. Ya lo hemos visto en The Wire, Orange Is the New Black y 13 Horas (2016), por lo que el género lo tiene dominado y se mueve con soltura. Además se preparó físicamente a conciencia 4 horas al día para su personaje, lo que incluso le llevó a tenerse que operar las dos rodillas.
Juego de ladrones – Nick vs Merriman
Y es el enfrentamiento, la rivalidad entre Nick y Merriman otra de las claves que elevan el caché de la cinta. Como dato curioso os diré que durante el adiestramiento militar previo de los actores, se decidió que el grupo de policías se entrenará apartado del de los criminales. Y hubo pique. Es lo que se buscaba. Y esa rivalidad entre ambos se percibe en la pantalla. Las miradas, gestos… hay tensión.
Otra de las claves diferenciadoras son los giros y las sorpresas que trae la trama. Están logrados. Y es algo de agradecer en una parcela ya muy trillada en la que se necesita aire fresco.
Juego de ladrones – 140 minutos en tensión
Uno de los actores es el rapero 50 Cent, con lo que el tema de la banda sonora queda bastante zanjado. No es que acapara las piezas musicales, pero sí que marca el estilo. El compositor Cliff Martinez (Drive, Solaris Traffic) es el encargado de generar las pistas de audio que aparecen de manera puntual, sólo para aportar peso y sumar aún más tensión.
Pero es en los enfrentamientos entre los chicos malos y los buenos cuando la música se para. No hay nada, un silencio tan sólo roto por el nítido sonido de la munición. Crea tensión. Te hace vivirlo en primera persona. Aquí te recomiendo ir a una sala de cine que tenga un buen sistema de sonido. Lo agradecerás.
En el otro lado de la balanza hay que reconocer que 140 minutos quizá son demasiados. Además la película pierde fuelle en la recta final. Serán los giros inesperados y el ansia de conocer el desenlace lo que nos mantendrá atentos hasta el final.
En resumen, en Juego de ladrones encontrarás tiros, jerga callejera y sobretodo tensión, buenas dosis de tensión para un thriller con buenas interpretaciones que aspira a elevar el nivel del género.
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