EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL CÓLERA
Gabriel García Márquez
Círculo de Lectores
Era inevitable: el olor de las almendras amargas le recordaba siempre el destino de los amores contrariados.
Fermina Daza es la indiscutible protagonista de esta novela de amor, ambientada en una "supuesta" Cartagena de Indias a principios del siglo XX. Casada con el doctor Juvenal Urbino, que fue uno de los solteros más codiciados del lugar. Su matrimonio no podría decirse que había sido impuesto por sus familias sino, tal vez, por la sociedad de aquella época, poniendo un amor en donde solamente había fachada y, tal vez, un matrimonio obligado a olvidar el antiguo amor por Florentino Ariza, que no tenía nada ni era nadie. Pero Florentino Ariza no había podido olvidarla durante muchos años.
Y hasta aquí puedo leer, pues no es un libro que sea fácil desgranar y, mucho menos, que quiera ser desgranado.
El amor en los tiempos del cólera fue la primera novela escrita por Gabriel García Márquez después de haber ganado el premio Nobel de Literatura en 1982. Los lectores estaban expectantes. Tal vez, el autor vivía con el temor de defraudarles, de no estar a la altura de sus anteriores obras, que le habían llevado a ganar el codiciado galardón. Podría ser que éste fuera un sentimiento compartido entre el autor y sus propios lectores. Cuando, por fin, El amor en los tiempos del cólera se publicó en 1985, desde luego, no defraudó ni un ápice ni a lector ni a escritor, de tal manera que aún sigue sin defraudar a todo aquel que lo lee, se ha convertido en lectura obligada y es un clásico de la literatura mundial.
El amor en los tiempos del cólera está inspirada en la historia de los amores contrariados de los padres de Gabriel García Márquez. Y gracias a esos amores, los lectores podemos disfrutar de la auténtica poesía hecha prosa, de emocionarnos a cada palabra del señor Ariza e incluso del propio doctor Urbino. Sería un sacrilegio por mi parte, criticar la narración, la estructura o los personajes, que rozan la perfección. Y, simplemente, me gustaría comentar la sensación indescriptible (¡vaya contradicción!) que me acompañó durante todo el libro. Una sensación que estuvo presente durante toda su lectura ya que, yo era espectadora en el libro, vivía alli, sufría el cólera por otros y de amores por otros tantos, era capaz de ver y sentir hasta la pintura de las paredes, el movimiento de los árboles y hasta los sonidos del violín. Lloré con la muerte y con el desengaño y fui partícipe de todos los comentarios que allí se vertieron, hasta de miradas que insinuaban amor, odio e incluso, celos. Sé que El amor en los tiempos del cólera es una obra maestra y lo es tanto por la historia como por la forma de contarla, sumergiendo al lector totalmente, no sólo en su lectura, sino en lo que allí acontece. Todo esto es lo que la hace grande.
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