Una vez conocí a una chica.
Esta estaba vacía.
No tenía nada para dar,
y ella no pedía nada.
Esta chica era extraña.
Era como si vivía por vivir. Sin ganas.
Podía partir en cualquier momento de este mundo,
y nada sería muy diferente.
Pocos amigos, pocos familiares.
Nunca fue influencia para nadie.
Simplemente estaba ahí, existiendo,
gastando el tiempo.
Esta chica era insípida,
con un corazón pálido.
No transmitía alegría cuando reía.
No transmitía tristeza con su llanto.
No tenía claro su futuro.
No sabía qué estudiar,
a quién amar, qué chico era su tipo,
o tan siquiera algún sueño bonito.
Simplemente nada.
Una vez conocí a una chica.
Una chica que no vivía.
Simplemente estaba ahí.
Simplemente existía.
Lírica Anon.
Por favor, no seas como esta chica.