A la chica de mis sueños.
Mejor dicho, a la chica que me robó el sueño.
La tierna, la paciente,
la inteligente, la sincera.
A la que decidió que mi vida ya no es mía,
sino que ahora es nuestra.
La que cree que me ama más de la que yo la amo a ella,
como si eso fuese posible.
A la inocente, por creer tales cosas.
A ella le mando estas letras. Estas tontas letras.
Un recordatorio, mejor dicho.
Por si le falla la memoria,
por si la inseguridad la ataca,
por si se pone creativa, por si las dudas le merodean su cabeza.
Sí, un recordatorio:
Te amo. Aún te amo, y te extraño.
Nunca te amaré menos.
Nunca te extrañaré menos.
A la chica que me robó los planes.
La que cambió mis esquemas,
mi plan de vida, mis ideales.
La que me demostró que se puede confiar,
y me hizo recordar lo bien que se siente.
A esta chica, mi chica, le mando un beso, y estas letras,
para que tenga presente que aquí sigue alguien
muriendo de ganas por verla. Alguien que cuenta los minutos que no están cerca,
que solo sueña con un futuro junto a ella.
Ojalá termine de entender que me tiene asegurado de por vida.
Que me amarró con tan solo su sonrisa,
y que nunca, pero nunca,
echaría a la basura nuestra historia tan bonita.
Lírica Anon.
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