Han encontrado una solución a este problema, y es que en un futuro se instalaran espejos gigantes, que dirigirán la luz del sol reflejada en ciertas partes de la ciudad. La plaza de la ciudad será el lugar más soleado donde los ciudadanos puedan reunirse y organizar una gran variedad de actividades.
Esta idea de poner espejos no es nueva, ingenieros noruegos la propusieron hace al menos un siglo. Pero en ese momento las autoridades de la ciudad pensaron que la idea era demasiada cara técnicamente difícil, por lo que decidieron invertir en otro ambicioso proyecto, (la construcción del teleferico).
Despues de 100 años la idea del diseño de poner un espejo, ha sido modificada en varias ocaciones, por lo que es bastante factible. Todo el sistema de la ciudad ha gastado unos 825.000 dólares. Está previsto que el espejo se entregará a la ciudad en las laderas de las montaña con helicópteros y se instalara entes del invierno.
Este nuevo diseño incluye sensores que ajustan automáticamente los espejos en función de la posición del sol.