Es una danza repetitiva en la que se desarrolla un tema con variaciones sobre un bajo ostinato. Suele estar formada por frases cortas de 4 u 8 compases en las que el bajo se repite (basso ostinato) y el acento recae en el segundo tiempo.
Bach es considerado uno de los maestros de este género, pero hay muchos otros compositores que han utilizado la chacona. En España aparece en música del vihuelista Fuenllana y en glosas para viola de Diego Ortíz. En Italia Frescobaldi, Corelli y Monteverdi escribieron chaconas vocales o instrumentales. En Francia se pueden encontrar chaconas en numerosas óperas de Lully y Rameau, así como en la música de Couperin y Marais. En Alemania, además de Bach, Buxtehude y Pachelbel escribieron varias chaconas para órgano. En Inglaterra fue menos popular, pero Purcell la incorporó a alguna de sus óperas.
La chacona comenzó a decaer tras el periodo barroco, aunque las 32 Variaciones en Do menor de Beethoven pertenecen a esta forma, y Brahms la usó en el último movimiento de su sinfonía número 4. En el siglo XX fue usada por Britten en el último movimiento del Segundo cuarteto de cuerdas.
Ejemplos de chaconas son:
Partita para violín número 2 en re menor, BWV 1004, de Bach.
Canon en Re, de Pachelbel
Zefiro torna, de Monteverdi
Chacona en Mi menor, de Buxtehude.
Chacona de la ópera Phaëton, de Lully.
Chacona en Sol menor, de Purcell.