Estaba perdida entre los datos de la provincia de Tarragona; la verdad es que no habíamos sabido nada de ella sino fuese por el internet que mete la nariz en los sitios más escondidos, ahora lo que nunca podíamos imaginar es que la belleza alcanza tal grado y se conjugara con la naturaleza en un grado más perfecto.
Curiosamente para una que es una curiosa de cartujas, me llamó antes que nada la fecha de sus orígenes 1194, firmada por una donación que hace el rey Alfonso el Casto y su esplendor se deja pasear durante siglos hasta el XVIII en la que llega a tener tres claustros para las 30 celdas de los hombres de oración que vivían aquí y que fueron muchas veces acompañados por otros humanos que necesitan el silencio para pensar.
Quizás la nota más importante aparte de su interés religioso lo pone la escuela pictórica que se debe al protectorado de Priorato histórico que hoy da nombre a toda la comarca. La desamortización de 1835 supuso el abandono de la comunidad y el principio de la destrucción del conjunto como viene siendo habitual en estos lugares.
Su visita se basa sobretodo a lugares precisos y preciosos como son el portal barroco de la Madre de Dios, la iglesia que luce varios estilo y las celdas reconstruidas de un monje en la que podemos ver su mobiliario y los utensilios tan característicos de la vida de clausura de los cartujos.
Su ubicación al pie de la sierra del Montsant la adorna de un marco de incomparable belleza natural muy acorde con estos lugares de oración.
Y sin embargo vamos a dejar para el final el verdadero conocimiento y encuentro con un personaje muy característico que da un poco de vida a todo el centro. Carles se ha convertido desde hace tres años en un guia fuera de serie puesto que no sabe solamente lo que los libros puedan enseñarnos sino que aporta una serie de ideas de la forma de vivir en esta cartuja.
El hombre se ha llevado años documentándose y sabe hasta los secretos más guardados del lugar, hombre que vive de esta Cartuja y para la Cartuja, sabedor de todo que según dice, cada día encuentra algo nuevo como casi todos los que viven en un lugar con tanta riqueza artística y humana.
Lo primero que vemos bajo su guía es la parte más antigua edificada, puerta de acceso al claustro donde vivían los monjes. Su época de mayor auge viene firmada por la escuela de pintura; este monumento religioso llegó a tener tres claustro y sus frailes todos tenían oficio ya fuesen cocineros, carpinteros, ebanistas… todo fue en el siglo XVII, el mayor esplendor de la Cartuja. Las celdas de los monjes eran muy grandes, además estaba consideraba como la casa principal de la orden y por lo tanto era lugar de paso de muchos hombres de la iglesia o relacionado con ella de alguna forma. También de alguna visita principal que se dejaba caer para descansar.
Una de las principales características de la zona es su condición de Priorato, en la que se administraban todas las propiedades del prior, siendo la sede principal la Cartuja y es de ahí donde se puede aún saborear el continuo movimiento de entrada y salida de gente y carros. Debido a todo esto, se fundó el pueblo para que no todo estuviese centrado en el recinto religioso y gracias a ello la Cartuja volvió a ser un recinto de culto y de silencio.
Los monjes salían la tarde del primer día no festivo de la semana y se les estaba permitido recorrer siempre de dos en dos, los caminos que separan la Cartuja de lo que era el pueblo. El voto de silencio estaba dispensado ese día en que podían compartir impresiones unos con los otros. El único punto de reunión eran los días festivos que comían juntos.
Su fundación como siempre viene unida a la leyenda: los caballeros del rey fueron enviados para buscar un lugar donde construir la Cartuja y se encontraron con un pastor que les dijo que había un pino con una escalera por donde los ángeles subían y bajaban y ésto le dio su escudo de presentación: un árbol y una escalera.
** Dirección:
Camino de la Cartuja, s/n
43379 Escaladei. La Morera de Montsant (Priorato)
Tel. 977 82 70 06
DAMADENEGRO 9/1/2009
Todos los derechos reservados.
Esta obra está protegida por las leyes de propiedad intelectual y disposiciones de tratados internacionales, y no puede copiarse, difundirse o distribuirse sin la autorización del titular de los derechos.