Se acordó que no había recibido más llamadas de él y suspiró. Por un lado, lo agradecía, pero por otro, necesitaba saber qué había pasado, una explicación, que le pidiera perdón,...
Léa le sacó de sus pensamientos cuando le preguntó que si había estado allí antes, y observada por la niña y su padre, expectantes, ella asintió con la cabeza. Sentía que ellos esperaban una respuesta negativa, pero prefería no mentir.
- Hace tiempo, estuve aquí un fin de año, pero hace mucho. Me encantaría que me enseñarais la ciudad. - Y les sonrió, intentando que no se notara la tristeza que sentía por estar allí de nuevo y los recuerdos que le venían a su mente.
- Te enseñaremos la ciudad.
Ella sabía que no estaban allí por gusto. Recordó la conversación que habían tenido en el despacho, en la que ella había sugerido que si la investigación se cerraba, que siguiera investigando por su cuenta y le había animado a ir al lugar donde Chloé había desaparecido. Y ahora, estaban en París.