A sus 34 años, el centrocampista sabía al llegar a Brasil que iba a participar en su última cita mundialista, la tercera consecutiva. Y al darse el saque inicial del segundo encuentro del Grupo B contra los holandeses, sabía que la salida de pista definitiva sólo pendía de un hilo; en concreto, de una segunda tarjeta amarilla en dos partidos que le privaría de disputar el tercero frente a España.
Se jugaba el minuto 43 cuando el escenario tan temido se produjo. Cahill hizo una entrada a Bruno Martins Indi, que se lesionó. El australiano vio una cartulina y el neerlandés fue evacuado en camilla. Pequeño incidente, grandes consecuencias: la cuenta atrás se inició para Cahill, y Martins Indi cedió su puesto a Depay, con el resultado que ya conocemos? ?He jugado con el corazón y dejándome el alma, como siempre lo he hecho, sin pensar en las tarjetas que ya tenía o en las que podía recibir?, contó a FIFA.com un Cahill lúcido y sincero. ?Siempre lo he dado todo en cada balón, siempre he jugado así. Es un riesgo a asumir. He recibido esas dos tarjetas, pero siempre juego para el momento presente, no pensando en el futuro. Y hoy, he vivido uno de los momentos más bonitos de mi vida?.
Cahill aludía en primer lugar al partido heroico que los Socceroos libraron frente a una de las favoritas, y que perfectamente podría haberse decantado a su favor siendo que, a priori, muchos les vaticinaban un infierno. Pero también se refería a su gol, un sublime remate de volea con la zurda pegado al larguero que estableció el 1-1.
?Es un gol fantástico, sin duda el más bonito de mi carrera, que no olvidaré jamás?, aseguró el jugador del Red Bulls de Nueva York. ?Es un gran momento de orgullo para mí mismo, pero también para mi país. Sé que la aventura se termina ahora para mí, pero me marcho sin remordimientos. Además de haber marcado este tanto, hemos jugado de tú a tú con una de las mejores selecciones del mundo y con sus grandes estrellas, como Arjen Robben, Wesley Sneijder y Robin van Persie?.
EL RESPETO DEL MUNDO ENTERO
Suficiente para provocar un orgullo legítimo en Cahill, quien ya fue de la partida en Alemania 2006, cuando los Aussies regresaron a un Mundial tras 32 años de ausencia. ?Participar en esta competición es algo con lo que soñé cuando era niño, en una época en la que no se veía a menudo a Australia en un Mundial?, recordó el ex jugador del Everton, que, con el golazo marcado en Porto Alegre, ya suma 4 dianas en 3 ediciones. ?Saber que he contribuido a que ahora estemos ahí regularmente es un motivo de orgullo enorme. Todavía somos una selección joven en el mundo del fútbol. Se trata de una nueva era para el fútbol australiano y, gracias al partido de hoy, nos hemos ganado el respeto del mundo entero?.
El planeta fútbol también se ha dado cuenta de que un centrocampista considerado como uno de los jugadores del mundo que mejor van de cabeza puede asimismo transformarse en delantero. ?Es un tremendo cumplido ser aquél en quien confían para buscar la portería contraria?, consideró Cahill, ubicado en punta desde la llegada como seleccionador de Ange Postecoglou, y que aprecia el estar descubriendo tardíamente las sensaciones del goleador. ?Es motivante saber que todo el equipo y que todo un país cuentan conmigo en ese puesto. Lo hecho lo mejor que he podido, y espero no haber decepcionado a nadie?.
Mala noticia para Cahill: todos los australianos y todos los amantes del fútbol están decepcionados. Decepcionados por no volver a verle más en un Mundial?
*Con información de la FIFA